Por | 05/08/2021 | Cuba
La Guerra de Cuarta Generación (4G) que se enfila contra la Revolución Cubana, tiene como antecedente más cercano la sufrida en los últimos años por el hermano pueblo de Venezuela. Una agresión orquestada desde Miami y con respaldo de la derecha internacional.
Híbrida en tanto son diversos los campos de ataque y los agentes articulados para promover el cambio de régimen; lo que comprende la guerra de símbolos y la instrumentalización de los famosos, esos fetiches producidos por las imperialistas industrias culturales. Con operaciones mediáticas, a través de las redes sociales, que importan el ethos de las “tirarera”; con amenazas, descalificaciones y golpes bajos.
Como evidenció el reconocido analista español Julián Macías Tovar, la más reciente campaña manipuladora contra nuestro país, previa y durante al domingo 11 de julio, contó con el uso intensivo de robots, algoritmos y de cuentas recién creadas para la ocasión, así como con la enorme influencia de los famosos de la industria musical y del entretenimiento. Se articularon ambos impulsos, campanas de resonancias, para posicionar el hastag que devino en el núcleo de los mensajes emitidos. Montándose en la tendencia y con el peso de su marca contribuyeron a amplificar el coro y la narrativa movilizadora en relación a una “crisis sanitaria en Cuba” y la necesidad de una “ayuda humanitaria”.
Señala Tovar en su acuciosa pesquisa que se hicieron campañas para que los artistas compartieran el HT #SOSCuba. Para ello se lanzó un tuit que recibió más de 1 100 respuestas. Invitaban a los usuarios a etiquetar a sus artistas favoritos. Los medios internacionales se encargaron de visibilizarla por más canales la campaña, al reseñar la participación de los estrellas. El viernes 9 y el sábado 10 estuvo circulando en los móviles de nuestros jóvenes un video posteado por el instrumentalizado Baby Lores donde agradecía a todos las estrellas de la farándula que se habían sumado a la campaña; entre ellos Don Omar, Daddy Yankee, Ozuna, Romeo Santos Farruco, Kany García y Natti Natasha.
«SOS Cuba. Todos los médicos del mundo. Cuba los necesita», escribió el reguetonero Ozuna en su cuenta de Twitter. «SOS CUBA», expresó su compatriota Lunay, en la misma red social. “Gracias Daddy, el broche de oro. Siempre fuiste un aliado a la causa de la libertad de Cuba. Gracias por tu apoyo, no hay palabras. Lo vamos a lograr. Viva Cuba libre, el mundo debe saber lo que sufren los cubanos. Abajo la dictadura”, respondió el activista argentino Agustin Antonetti, quien es parte de la derechista Fundación Libertad y un activo participante en las campañas de bulos y bots en redes sociales contra los procesos de izquierda en Nuestra América.
El domingo, con cientos de miles de tuits y la participación de muchas cuentas de artistas, la etiqueta se convirtió en tendencia mundial y en varios países. De ahí la rapidez con que se difuminó el primer tuit que se refirió a la primera manifestación, la de San Antonio de Los Baños, publicado desde Estados Unidos por el influencer contrarrevolucionario Yusnaby, con miles de RTs. Así se regó la chispa en varias localidades del país, con el llamado incendiario de tomar las calles y derrotar a la “dictadura“.
La mayoría de los tuits de los artistas tuvieron el hastag como único texto. Sin embargo, a René Pérez Joglar, conocido como Residente, no le bastó el respaldo. “Entre la ineficacia del Gobierno Cubano y el bloqueo de USA tienen al pueblo jodido en medio de una Pandemia. Pa mandar ayuda busquen una vía alterna al gobierno no vaya a pasar los mismo que en PR durante el Huracán María. Por eso eternamente de un pájaro las dos alas”, compartió en su cuenta de Twitter, con más de 6 millones de seguidores.
Su posicionamiento no dejó de sorprender a muchos de sus seguidores en la isla. Era para algunos una postura traidora. Equidistante para otros, en tanto combinaba la condena al bloqueo y el apoyo al hastag #SOSCuba, tendencia en Twitter ese día. Comedida para quienes la comparaban con sus críticas al gobierno de Duque, y con su activismo para apoyar la campaña de solidaridad con los manifestante colombianos, bajo el HT #SOSColombia.
El hastag de aquella campaña con la que se condenaba la desmedida represión de las fuerzas militares y paramilitares colombianas, con decenas de muertos y desaparecidos, había sido reciclado semanas antes por activistas de Movimiento San isidro (MSI) y por el colonizado Yotuel Romero, para sus campañas contra el Socialismo cubano. «Que este fin de semana todos los perfiles de Instagram se queden con feet de SOS Cuba en negro. Por favor, les ruego a todos los que me siguen, a todos los que aman a Cuba, a todos los que aman al pueblo cubano y a todos los que sienten a Cuba realmente en el corazón, que pongan en sus perfiles de Facebook y de Instagram, un feet que sea SOS Cuba», demandó el pastichero.
El lunes 13, cuando la narrativa de un régimen represivo en Cuba, se había posicionado en las redes, a base de selectivas imágenes, exageraciones y fake news, Residente solicitó a sus millones de seguidores en Twitter que “por favor” compartieran un cartel facturado por activistas del MSI con los nombres de los detenidos y desaparecidos en la isla caribeña. Luego el cantante y compositor boricua fue a su tribuna habitual, a su espacio favorito para estos temas, su cuenta de Instagram, con 6,7 millones de seguidores.
“Este es un mensaje de apoyo a las manifestaciones en Cuba para que se manifiesten con toda la fuerza”, dijo después en un video publicado en su Instagram personal. “Manifestarse es un derecho humano en cualquier parte del mundo y Cuba lleva toda una historia sin hacerlo. Esta manifestación nace de un pueblo cansado. Fue la gente del pueblo la que despertó”- expresó. “Hay muchos videos en las redes sociales donde presentan la brutalidad por parte del gobierno. Y algo que no existía para los tiempos de mi padre es la cámara en los celulares. Así que no hay excusa para entender que la violencia aplicada es la misma que denunciaste por el ideal contrario. Eso mismo que denunciaste de la derecha, lo está haciendo la izquierda”, añadió.
Consciente o no, se prestaba para posicionar el discurso intervencionista del enemigo histórico de Cuba y Puerto Rico. Segundaba a la campaña de contrarrevolución cubana y de la derecha internacional, que amplificaba cierta gritería reptiliana, compulsiva y anárquica, un discurso golpista y que se presenta como el único discurso del pueblo cubano. La misma que vende como pacífica a la horda de violentos que arrebataron la voz a los insatisfechos y desalentados y pretendieron acallar las expresiones de respaldo al proceso revolucionario y descolonizador que se da en Cuba. Los enardecidos manifestantes eran jóvenes en su mayoría, desconectados del momento socialista y que admiran más a los ídolos del reguetón que a los creadores de nuestras vacunas.
Con tales opiniones el exCalle13 se niega 13 veces; a su propia postura outsider en la industria de la música y cercana a las causas de la izquierda, como niega sus propias advertencias sobre la manipulación mediática y la desinformación al servicio de los grandes de las transnacionales. Como hiciera en su tema “Multi Viral”, escrito junto a Julián Assange, donde versaba: “ El que controla, el que domina/ quiere enfermarte pa’ venderte medicina y nos endrogan, nos embrutecen/ cualquier pregunta que tengamos la adormecen son las mentiras recalentadas…”
¿Qué fue de aquella postura anti-mainstream media y contestaría por la que lo tildaron de comunista? ¿Será esta la expresión de una deriva a lo “políticamente correcto”, al “pendejismo” que le recomendó su psicóloga? ¿La confirmación de que el hombre piensa como vive, y que aquel que destrozó su costoso Maseratti es ahora un pequeño burgués, dueño de una marca de cerveza? ¿Será equivalente a ese corrimiento temático manifiesto en sus últimos temas hacia lo provocador, erótico-sexual , más cercano al storytelling , que a la aguda crítica social, que apuesta por el gancho emotivo y que apenas propone reflexiones transformadoras? ¿Será un Residente atrapado en sus laberintos?
El discurso irreverente fue uno de los rasgos más significativo del proyecto Calle 13; un pendular que golpeaba ciertos límites establecidos, estremecía “lo correcto”. Actitud que le mereció la cualidad del outside, fuera o en las periferias de las normas sociales. Postura que se informó con sus dos primeros éxitos: “Atrévete-te-te” y “Querido FBI”, y que ilustran las dos vertientes de su devenir artístico: la provocación emotiva y la reacción ante determinados acontecimientos políticos y sociales.
La banda nació en un garaje de Trujillo Alto, libre de ciertas reglas de juego impuestas por la industria. Pero a la larga fue cooptada por la Sony Music, para cierto espectro del mercado, el de la franja “roja”, de los consumidores de izquierda. Se dio entonces una puja, entre si Calle 13 usaba a Sony, o si la transnacional a la agrupación boricua.
Recordemos. Sus más auténticas producciones musicales fueron durante y después de sus rupturas con la poderosa disquera. En Entren los que quieran (2010), se incluye su trascendental tema “Latinoamérica” y no faltan referentes de la izquierda nuestramericana como el Subcomandante Marcos, el Che y Salvador Allende. Ninguno fue más profundo y filoso que su quinto disco, Multi viral (2014); el primero con su propio sello, El abismo, pero lastimosamente el último de la agrupación.
Eran los tiempos de sus encuentros con Chávez en el Palacio de Miraflores y de sus apariciones en los MTV latinos con camisetas que decía, “Chávez el mejor artista pop” y “Uribe Para (bases) Militar(es)”. En marzo del 2010, como parte de su primera visita a Cuba, dio su concierto en la Tribuna Antimperialista José Martí. Entonces, ante recurrentes ataques escribía en su cuenta de Twitter (@Calle13Oficial): “Si ser comunista es un insulto, ser capitalista ¿es un halago?”
En enero del 2013, el popular cantante, repudió las declaraciones de su compatriota y colega Willie Colón, contra el presidente Hugo Chávez y Venezuela. “Una cosa es defender un ideal político y otra es burlarse de un paciente de cáncer. Los comentarios de Colón fueron violentamente insensibles” (sic), escribió Pérez en Twitter. Tres meses después, exhortó a sus seguidores: “Lean este libro pa que cuando me griten comunista como si fuera un insulto lo griten con base y con fundamento”. Se refería al libro Basics from the talks and writing of Bob Avakian. Se trataba de un compendio de citas y ensayos cortos sobre cuestiones de la revolución y la emancipación humana del entonces presidente del Revolutionary Comunist Party USA. Un incrédulo del comunismo lo cuestionó entonces y el MC respondió: “no hay que ser comunista para leerse el libro, yo no lo soy, pero es importante leerlo”.
Al presentar su tema “La bala”, durante su concierto de 2014 en las afueras de la Universidad de Puerto Rico, comentó: “Este tema lo escribí pensando en toda la violencia que se está viviendo en todos los países del mundo. Aquí en Puerto Rico está demasiado violento. Todo lo que se está viviendo ahora en Venezuela, que lo estamos viendo desde Venezuela. Y aunque no somos venezolanos como para poder asumir posturas político-partidistas, porque no vivimos allí y lo vemos desde afuera, hay de todo. Lo que no podemos hacer es dejarnos engañar por ninguno de los medios nunca. Hay que proteger eso. No podemos dejarnos engañar por ningún medio de comunicación, y hay que abogar por la paz ahora mismo y porque no continúe la violencia ni allí ni en ningún país, ni aquí en Puerto Rico”.
Días antes, vía Twitter, lo habían amenazado de muerte, solo por preguntar a través de esta red social ¿qué estaba ocurriendo en Venezuela? Además de informaciones sobre las distintas manifestaciones, los fallecimientos y los heridos, obtuvo como respuesta el siguiente mensaje: “@Calle13Oficial procura nunca más pisar Venezuela HJPT aquí te espera es una tumba sigue apoyando asesinos y serás cómplice”].
En una entrevista con la agencia EFE, en marzo de 2014, reconoció que en Venezuela «se manipula (la información) en muchos medios, de cualquier lado», y que, en tal contexto, establecer una opinión desde «fuera del país, sin entender qué se vive ahí» es «irresponsable». «Nos encantaría poder decir: ‘Mira lo que está pasando’, pero no sabemos si es verdad o si es mentira. Yo tengo amigos de ambos lados entonces me llenan de información, pero no vivo ahí, no lo entiendo», aseguró entonces, lo que no hace ahora con Cuba.
Residente, vocero principal de la agrupación, nunca se posicionó o declaró dentro de alguna afiliación ideo-política. “Aunque no lo soy. Me da risa como me dicen comunista como si fuera un insulto”, expresaba por el 2010. En su tema “El aguante” rapeó: “aguantamos el capitalismo, el comunismo, el socialismo, el feudalismo, aguantamos hasta el pendejismo”. “Me llaman Capitalista, Comunista, Socialista. Parece que en una conferencia de prensa imaginaria expuse mis gustos por los sistemas económicos”, trinó en 2016.
El 4 de mayo de 2017, en medio de las guarimbas, frente a las presiones de los opositores venezolanos que le exigían respaldo se defendía así en la red del pajarito azul: “A ver, buscarme un video donde dije, apoyé, defendí algo político partidista en tu país y colaboro con Justin Bieber”. En menos de 24 horas, se pronunció como querían; por impulsos humanistas, pero a favor de la derecha: “Latinoamerica está incompleta sin Armando Cañizarres. Los culpables represores van a caer con todo el peso de la historia”. No le habían llegado las informaciones periciales que aclaraban que el joven había sido víctima de la propia violencia opositora. La analista española Arantxa Tirado le ripostó: “Rene admiro tu lucha por la independencia de Puerto Rico, pero en el caso de Venezuela te falta informarte mejor”.
Residiendo en los Estados Unidos se aventuró a opinar; pese a saber de manipulaciones como las que criticó a CNN en agosto de 2017. “No les da vergüenza ser tan simples? En qué momento dije eso? Por eso son el medio con menos credibilidad en el planeta”. Fustigó así al medio estadounidense por un tendencioso tuit en el que anunciaba una entrevista que le hicieron y en la que precisamente se había referido a la situación “supercomplicada” que se daba en aquel país y a la necesidad de vivir allá para entenderla. Que solo podía hablar de Puerto Rico y Estados Unidos.
Como ahora hace con Cuba, el influyente socio de la Sony Music se sumó al bando de los desinformados, de los alineados por la Oligarquía. Se puso a la misma altura de los que parecía desmarcarse con sus polémicas declaraciones en la Conferencia Billboard de la Música Latina, y que desembocaron en su tiradera con Tempo; de los que ofendían a Nicolás Maduro en videoclips y en presentaciones, como acaba de hacer Farruko en los Premios Juventud con el Presidente Díaz Canel.
En aquel momento, reconoció en entrevista a la cadena Al Mayadeen: “No creo que esos artistas se hayan puesto de acuerdo con Trump para estar o hablar contra lo que ocurre en Venezuela. Creo que es algo que han hecho ellos por la información que reciben. Si vives en Estados Unidos lo que te tira Yahoo, CNN, en todo, es la parte negativa de lo que ocurre en Venezuela” Y añadió, “Los artistas van a tirar hacia donde el mainstream media tira. Si el mainstream media tira en contra, pues van a tirar para allá, los más responsables van a hacer una búsqueda no importa hacia dónde vaya el mainstream media”.
Ahora, parece que olvida sus propias advertencias. Las que enarbolara en el tema “Multi-Viral”. «Lo hice con Palestina -compartió- porque mi comentario no era político partidista, sino más bien mediático; es un país afectado por los medios. Te cuentan un montón de cosas de Palestina, pero llegas allá y son otras historias, ellos tienen otras versiones de distintos hechos y así pasa en todos los países». «En Venezuela también puede estar pasando lo mismo con los medios»- precisó. «Una noticia mal contada es un asalto a mano armada«, es uno de los versos de esta canción. Ahora, lo asaltan y lo acribillan las fake news sobre Cuba.
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