Nicolás Centurión
El discurso anual del presidente Luis Lacalle ante la Asamblea General se ha vuelto un ritual cada vez más repetitivo y tedioso. Como en 2021 y 2022, el mandatario hizo una selección efectista de temas y datos, inútil para un análisis del período considerado o una comprensión de lo que le espera a los uruguayos hasta el próximo discurso, en 2024, que será su último sobre el estado del país.
En su discurso, en un mensaje dirigido a Argentina, Brasil y Paraguay, Lacalle pidió “salir de este corset” del Mercosur, a su entender una de las regiones más proteccionistas del mundo que perjudica a los uruguayos. “En julio de 2022 terminamos acuerdo de factibilidad con China. En 2022 también presentamos solicitud al CPTPP (Acuerdo del Transpacífico)”, expresó el mandatario.
En ese sentido, recalcó que, con el apoyo al agro, los productos de Uruguay “pueden competir en los mejores mercados”. Para Lacalle, actualmente Uruguay “es un país más abierto al mundo que en marzo de 2020”. Luego se refirió a la reunión que tuvo con el electo presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, y que señaló que “no solo fue de cortesía”.
“Fue de trabajo con temas puntuales, que hemos hablado en esta casa con ustedes y se nos ha reclamado. Podríamos separarlo en dos: por un lado, obras. La hidrovía de las lagunas, enteramente en territorio Brasil, un nuevo puente en Yaguarón, y poder tener el aeropuerto binacional de Rivera”, contó.
También relató que conversó con Lula sobre la necesidad de Uruguay de abrirse al mundo junto con sus socios del bloque. “Pero no podemos quedar rehenes de la inmovilidad”, acotó.
Días antes la militancia del Partido Nacional y dirigentes varios intentaron viralizar el hashtag #LuisCumple en las redes sociales a la vez que pintaban muros de Montevideo con la misma consigna. Jóvenes del Movimiento de Participación Popular (MPP) sector frenteamplista que lidera José “Pepe” Mujica, se manifestaron con pancartas afuera del Parlamento, una de ellas decía: “Herrerismo con H de Hambre”.
A lo largo de su discurso dejó frases polémicas y que se pelean con la realidad. Los silencios, lo no-dicho en este tipo de discursos también son importantes. Se le intenta dar luces de reflector a determinadas cuestiones del gobierno para dejar en las sombras otras.
El mandatario inició remarcando la democracia uruguaya y su fortaleza y asegurando que ha ido “cumpliendo los compromisos” de la coalición multicolor (derechista) de gobierno. Es interesante destacar como resalta el compromiso a la interna de la coalición y no con sus votantes o con el pueblo uruguayo. Lacalle insistió en que quiere lograr acuerdos comerciales con otros países, un deseo que se ha convertido en un emblema de su gestión y tema de confrontación con sus vecinos y socios del Mercosur.
La Ley de Urgente Consideración (LUC) fue “puntapié inicial” para la reforma a la Seguridad Social y para la llamada “transformación educativa”. Sobre las jubilaciones dijo que necesitamos un “sistema más justo” porque estamos atravesando “un proceso de envejecimiento porque se vive más y se vive mejor”.
Otro slogan de este gobierno que llama “transformación” a un brutal ajuste de horas docentes, de vaciamiento curricular en los contenidos, de persecución sindical y de condiciones educativas cada vez más perimidas.
“Durante el 2022 se aumentó y profesionalizó el sistema de alimentación escolar”, dijo Lacalle y la realidad porfiada contrasta con sendos casos que docentes y maestras viralizaron en redes sociales con una alimentación más que precaria enviada por las autoridades a los centros educativos.
El mandatario defendió la regulación de la personería jurídica para organizaciones sociales y sindicales, en otro intento de persecución sindical.
«Ya no hay nadie más en el país que ponga en duda que si al agro le va bien, le va bien al país», reflexionó y prometió «dar soporte a la familia rural» ante la sequía que afecta al país, la peor en varias décadas. Anunció que los productores podrán acceder a préstamos con bajas tasas de interés, que se hará una reducción en el costo de la energía eléctrica y se prorrogarán algunos aportes que estos debían hacer por sus ingresos.
Impuestos
El presidente informó que el Impuesto a la Renta de las Actividades Económicas (IRAE) ficto pasará a pagarse con un esquema de tasas progresivas, en lugar de fijas.
“Estamos proponiendo un conjunto de medidas que profundizan los beneficios que hemos otorgado a las micro y pequeñas empresas, en reclamo de algunos de los miembros de la coalición. Estas empresas constituyen el corazón del motor económico de nuestro país”, afirmó Lacalle, en referencia a iniciativas impulsadas por socios de la coalición de gobierno, en particular de Cabildo Abierto, para beneficiar a los pequeños empresarios nacionales.
Anunció también una rebaja de impuestos por la que 63.000 contribuyentes dejarán de pagar IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas), y 20.000 IASS (Impuesto a la Asistencia de la Seguridad Social). El mandatario estimó que las medidas anunciadas representan una renuncia fiscal de 150 millones de dólares.
Gabriel Oddone, doctor en Historia Económica, sostuvo que esta medida es “inoportuna, innecesaria, oportunista y desaconsejable”. “No obstante, es legítima, porque es parte de un compromiso de campaña del presidente”, aclaró en diálogo con el oficialista diario La Mañana.
Oddone preguntó “cuáles son los ahorros que se van a promover, en qué partidas de gastos, con el propósito de compensar esta rebaja impositiva de manera tal de no afectar el resultado estructural. O sea que por las dos razones creo que esto es inoportuno”.
Asimismo, señaló que la medida también es innecesaria dado que existen señales que visualizan un escenario con una recaudación afectada, frente a un menor crecimiento económico.
“A su vez, todos sabemos que hay un compromiso de parte del gobierno de recuperar salarios para que al final de este período el salario alcance el nivel que tenía a fines del 2019. Eso supone aumento de salarios, y eso va a pegar sobre las transferencias de asistencia a la seguridad social que el Poder Ejecutivo tiene que hacer”, analizó.
“Es oportunista porque probablemente también esté dirigida a restringir otras renuncias fiscales que son reclamadas por miembros de la coalición de gobierno. La Rendición de Cuentas que viene ahora es la última de este período y no va a haber un nuevo presupuesto hasta el debate de 2025, que va a entrar en vigor en 2026, lo cual hace que la batalla presupuestal del 2023 sea muy fuerte. Rebajar impuestos es atarte de manos”, sintetizó.
Otro país
El senador del centroizquierdista Frente Amplio por el MPP, Alejandro Sánchez retrucó al Presidente: «Parece que viviéramos en países distintos»
El Uruguay cambió para peor y no hay discurso que pueda ocultarlo. En 2022, 66.000 personas cayeron en la pobreza con relación al 2019, de los cuales 21.000 son menores de edad. Desde 2019 se duplicó la cantidad de gente que acudió al Mides para no dormir en la calle. En 2019 eran 2.890. En 2022 fueron 6.689”, indicó.
Además, Sánchez subrayó que el salario real en el 2022 “se encontró 3,7 % por debajo del 2019”, y en enero de 2022, “las jubilaciones y pensiones sólo aumentaron 6,16%, mientras que los precios de bienes de consumo crecieron un 7,96%”. A su vez, “en el acumulado a noviembre de 2022, los jubilados y pensionistas percibieron un 2,8% menos en términos reales respecto al año 2019”.
“Yo quiero vivir en el país de Luis, el que evoca en sus discursos, porque en el que vivimos la mayoría de las y los uruguayos. aumentó la pobreza, aumentaron los combustibles, bajaron los salarios y jubilaciones y hay más del doble de personas en situación de calle”, finalizó Sánchez.
* Licenciado en Psicología, Universidad de la República, Uruguay. Miembro de la Red Internacional de Cátedras, Instituciones y Personalidades sobre el estudio de la Deuda Pública (RICDP).Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)
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