Juraima Almeida
El expresidente Luiz Inácio Lula da SIlva vencería en primera vuelta con 54 a 30 por ciento de los votos al actual mandatario ultraderechista Jair Bolsonaro en los comicios del 2 de octubre, según una encuesta de intención de voto del instituto Datafolha. La diferencia entre los candidatos, que era de 17% en sondeos anteriores, subió a 21%, mientras las amenazas de golpe se han intensificado en las últimas semanas.
Estas amenazas han venido acompañadas de un cambio cualitativo en el protagonismo del partido de los generales, los comandantes de las tres Fuerzas y el general-ministro de Defensa. Prescindieron de la acción indirecta, tercerizada, camuflada, disfrazada, y pasaron a asumir un antagonismo frontal y directo con el Tribunal Supremo Electoral y el Suprema Tribunal Federal.
Y, en un evento al que asistió el vicepresidente general Hamilton Mourão, lanzaron el llamado “Proyecto Nación”, un trabajo elaborado por tres institutos militares que corresponde al programa de gobierno [o régimen] militar de largo plazo, al menos hasta el año 2035.
A cinco escasos meses
La encuesta presencial arrojó que Lula vencería en la primera vuelta teniendo en cuenta los sufragios válidos, es decir, descartando los votos en blanco y anulados, con 21 puntos de diferencia sobre el jefe del Estado. Según Datafolha, Lula vence con 48 por ciento de los votos contra 27 de Bolsonaro, del Partido Liberal, y el siete de Ciro Gomes, del Partido Democrático Laborista (PDT).
Ésta es la mayor ventaja del fundador del Partido de los Trabajadores (PT) cuando restan cinco meses para los comicios, en los que Lula y Bolsonaro aparecen como claros dominadores del polarizado escenario brasileño. Para los analistas políticos, este escenario seguirá hasta las elecciones en medio de una profunda recesión y crisis social, el desempleo de 14 millones de personas, la gran mayoria con trabajo precario.
El senador e hijo del presidente, Flavio Bolsonaro criticó el sondeo. «La mejor encuesta se hace en las calles», opinó. Por su parte, el exministro Aloizio Mercadante, uno de los principales allegados a Lula, destacó que en todas las campañas presidenciales desde 1989 quienes lideraban las encuestas a cinco meses de las elecciones terminaron ganando. De todas maneras, pidió mesura a la militancia y advirtió por algunos riesgos que pueden aparece en los próximos meses.
Se dice en Brasil, que el plato de comida es decisivo para la definición del voto, señala el sociólogo Emir Sader. Lula denuncia, sistemáticamente, como se vivía mucho mejor en los gobiernos del PT. Como la situación de vida de las personas se ha degradado desde que el golpe que ha roto la democracia en Brasil y ha impuesto un gobierno sin legitimidad, hace ya 6 anos. En particular, en el gobierno atual, la miséria se há incrementado de forma acelerada.
La encuesta revela cómo ese discurso llega directamente a la gran mayoría de los brasileños. Y las denuncias montadas por la derecha sobre supuestas corrupcion del PT, así como el discurso agresivo de Bolsonaro en contra del Poder Judicial y las continuas denuncias sobre la inseguridad de las urnas electrónicas y um eventual fraude electoral, no figuran entre las preocupaciones más importantes para la grandes mayoías.
Lula llamó a la cautela, para evitar el triunfalismo. Los médios hegemínocs han tenido que difundir ampliamente los resultados de esta encuesta que demuestra que el favoritismo de Lula se irá incrementando en los próximos meses. La pelea ahora es garantizar que Lula triunfe en primera vuelta, bloqueando definitivaente cualquiera aventura golpista.
Para ello, los estrategas de la campaña del PT desarrollan un trabajo dirigido direcamente al siete por ciento de los electores de Ciro Gomes, que son de centro izquierda y que pueden adherir al voto útil en contra el golpe militar. De los electores de Ciro, el 40% prefere a Lula como segunda alternativa, mientras que el 10% prefiere a Bolsonaro. De esos votos puede depende la victoria de Lula en primera vuelta .
Lula tiene sus mejores resultados con las mujeres, los jovenes, los mas pobres y la poblacion del nordeste de Brasil. Bolsonarol tiene su apoyo mas grande entre los empresários, que tienen riqueza, pero no tienen votos. Lula tiene el apoyo de solo un cuarto de los empresários.
La encuesta muestra que el nível de rechazo de Bolsonaro es de 54%, mientras que el de Lula es de 33%. Entre los jóvenes -entre 16 y 24 años- Lula tiene 58% de apoyo, y entre las mujeres, Lula 49%, Bolsonaro 23%. Entre los de renta más baja, Lula tiene 56% de apoyo, Bolsonaro 20% y entre los beneficiários del auxilio Brasil concedido por el gobierno para las personas con menor nível de renta, Lula cosecha 59% de ahdesiones y Bolsonaro 20%.
En el nordeste pobre de Brasil, Lula gana por 62% contra 17% de Bolsonaro. Entre los que se declaran negros, Lula gana por 57% a 23% y entre los desempleados, por 57% a 16%. Entre las personas com educación fundamental, Lula gana por 57% a 21%.
Pero Bolsonaro triunfa entre los con renta más grande que 10 sueldos vitales, con 42% contra 32% de Lula y hay um empate entre los evangélicos: Bolsonaro 39%, Lula 36%. El 48% de los encuestados rechazó el gobierno de Bolsonaro, mientras 25% lo apoyó.
En caso de balotaje
Para la segunda vuelta electoral, en caso de que la hubiera, el expresidente que gobernó entre 2003 y 2011 y se fue con casi 90 por ciento de imagen positiva del poder marca 58 por ciento de intención de voto contra el 33 de Bolsonaro. Según Datafolha, Lula vence 49 a 23 por ciento en el electorado femenino y su gran diferencia es entre la juventud, 58 a 21 por ciento. Los más pobres, los que ganan menos de 400 dólares mensuales, también eligieron a Lula: 56 a 20 por ciento.
En la región noreste, bastión del lulismo desde 2006, Lula vencería 62 a 17 por ciento. La diferencia también es amplia entre los negros (57 a 23), entre católicos (54 a 23) y desempleados (57 a 16). El plan social actual Auxilio Brasil, que reemplazó al programa Bolsa Familia, tampoco permite a Bolsonaro sacar ventajas: entre los que reciben el subsidio, el 59 por ciento dijo que vota a Lula y 20 al actual jefe del Estado.
Los puntos fuertes de Bolsonaro están entre quienes tienen una renta familiar superior a los 2.700 dólares mensuales, donde vence con 42 a 31 por ciento, y entre los empresarios (56 a 23). Entre los que cobran entre 600 y 2.000 dólares hay un empate de preferencias, indica el sondeo.
Entre los evangelistas, público con el cual Bolsonaro había logrado ventaja en las elecciones de 2018, el actual jefe del Estado lidera 39 a 36 por ciento.
* Investigadora brasileña, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)
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