Preparando el 2024

 POR JOSÉ RAMOS

Oferta electoral de octubre del 2019. Número de listas por departamento. Los «frentistas de fierro» y la Presidencia del Congreso de Intendentes.


El 2024 está ahí cerquita. En noviembre (¿o en octubre?) de ese año se define el retorno del Frente Amplio al gobierno nacional. En esta no se puede fallar. Del mazazo de octubre del 2019 tenemos que aprender. A la autocrítica, ya realizada, hay que llevarla a la práctica y concretarla en hechos. Para eso hay y no hay tiempo. Depende de nosotros, de qué temas nos pongamos a discutir. La oferta electoral que presentemos no debería ser un tema menor, aunque no será lo definitorio.

Del análisis de la web de la Corte Electoral, Datos y Estadísticas, Historial de hojas de votación, surge que en octubre del 2019 el Frente Amplio presentó 400 listas a la Cámara de Representantes en todo el país. El rango de listas presentadas por departamento va desde 17 en Rivera y Treinta y Tres hasta 38 en Montevideo.

Plantearemos cuatro preguntas, entre varias que nos surgen: 

  • ¿existen entre 17 y 38 «polos ideológicos» en el Frente Amplio, en cada departamento?
  • ¿hay 17 a 38 visiones diferentes en cada uno de los departamentos de la realidad nacional y similar número de proyectos departamentales?
  • ¿fue una estrategia electoral ofrecer un amplio espectro de candidatas y candidatos a la diputación? 
  • ¿o ante la debacle que se veía venir, el Frente Amplio fue invadido por una «ideología» muy extendida en los partidos tradicionales: «quiero_un_carguito»?
    No tenemos las respuestas. Las preguntas quedan planteadas.

Se presenta un cuadro comparativo de todos los departamentos con el número de habilitados para votar y el número de listas presentadas en las elecciones nacionales de octubre del 2019.

El tema de la estrategia electoral debe ser tomada con mucha responsabilidad y sería muy positivo una profunda discusión política para resolverla. Dejarla en el plano de los nombres de candidatas y candidatos sería tergiversar el tema, rebajar el nivel político y resultaría servicial a los sectores dominantes.

Entre el 2019 y el 2024 pasaron, pasan y pasarán muchas cosas. Todas pueden sumar o restar. Cada paso que demos, cada resolución que se tome, afecta el resultado final: conseguir el gobierno nacional y caminar juntos hacia el logro de una sociedad más justa, equitativa y solidaria.

A fines del año pasado ocurrió un hecho importante que afecta el camino hacia el 2024: la elección de la Presidencia del Congreso de Intendentes.

PRESIDENCIA del CONGRESO DE INTENDENTES

No es nuestro propósito sentarnos en el sofá de los recuerdos para llorar por un pasado que no podemos cambiar sino que lo usaremos como un trampolín que nos proyecte hacia el futuro.

El comunicado de la Presidencia del Frente Amplio y de los tres Intendentes Departamentales dice textualmente en el primer párrafo: 

«Los tres intendentes departamentales del Frente Amplio, Carolina Cosse, Andrés Lima y Yamandú Orsi reunidos con el Presidente de nuestra fuerza política, Fernando Pereira, y la Vice Presidenta Verónica Piñeiro, llegamos fácilmente a un acuerdo.»

Todos hemos oído o leído esa declaración. El final ya es conocido. 

Nos hubiéramos quedado más tranquilos si hubiera estado documentado que mientras estaban reunidos se realizaba en forma simultánea una consulta en forma virtual sobre el tema:

  • las Presidencias de las 19 departamentales del Frente Amplio y,
  • las y los exintendentes: Oscar Terzaghi, Aníbal Pereyra, Guillermo Caraballo, Daniel Martínez, Ana Olivera, Oscar de los Santos, Marcos Carámbula, Gerardo Amaral, Raúl Fonticiella, Patricia Ayala (por nombrar alguna/os).

Tener las opiniones de todas las presidencias de las departamentales, desde Artigas hasta Treinta y Tres, y de las y los exintendentes, quienes tienen experiencia sobre el tema, hubiera enriquecido enormemente la toma de decisión al «grupo de los cinco».

Al final el planteo realizado fue:

  • testimonial,
  • estéril para los objetivos del Frente Amplio y,
  • complaciente con la Coalición.

Aclaración: quienes nunca hayan hecho un planteo testimonial, estéril y complaciente con los poderosos de turno que levanten la mano. Nosotros, no la vamos a levantar.

Expresamos que solo hablamos de realizar una consulta, intercambiar opiniones. La toma de decisiones es patrimonio de la Presidencia del Frente Amplio.

Con la visión de las presidencias de las19 departamentales que aportan además, la opinión de cerca de 40 vicepresidencias, 195 ediles, 173 concejales y de todos las y los delegadas/os de base elegidos al plenario nacional y a los plenarios departamentales, que sumadas a la experiencia de una decena de exintendentes frenteamplistas, quizás y solamente quizás, «…otro gallo cantaría…».

«Si esto no es el Frente ¿el Frente dónde está?» comenzaba diciendo una vieja consigna de los años setenta que vendría muy bien en estas ocasiones. 

Consideramos que el mejor rumbo a tomar, previo a la toma de decisiones, hubiera sido: ¡escuchemos al FA!

Decimos «escuchemos al FA» porque las departamentales representan el sentir de los «frentistas de fierro», aquellos que el 5 de diciembre del 2021 concurrimos a votar por un mejor Frente Amplio, ya sea que hayamos votado a Fernando Pereira, Gonzalo Civila ó a Ivonne Passada, en blanco o anulado.

Si no nos ponemos de acuerdo en privado, no nos quejemos de que aparezcan críticas en público que nada bien le hacen al Frente Amplio.

PROPUESTA

La revisión de la elección de la presidencia del Congreso de Intendentes se presenta como una buena oportunidad para plantear, proponer, un mecanismo de consulta de la Presidencia del Frente Amplio: la Mesa Nacional de Presidencias (o como gusten llamarla).

Estaría integrada por:

  • la Presidencia del FA,
  • las Presidencias de las 19 departamentales,
  • podría ser ampliada con asesores, consultores, según el tema a tratar. 
  • sesionaría en forma periódica y podría ser convocada de urgencia según necesidades.
  • se desarrollaría en forma virtual.

Sería una instancia de consulta, de intercambio de opiniones y de conocimiento entre las diversas miradas que existen en el país.

Al ser un mecanismo exclusivamente de consulta no es necesario realizar cambios en los estatutos, en reglamentos ni en nada por el estilo. 

Sería aplicar en el 2023, realizar una videoconferencia, un método similar de consulta al que se aplicaba allá por los años 70-90, hacer llamadas telefónicas, con la ventaja de que todos participarían como expositores y como oyentes.

Sería una muy buena oportunidad para “aceitar” el diálogo, el intercambio de opiniones y actualizar el conocimiento de las realidades y visiones desde todo el país.

No sería un exceso que mensualmente se pusiera en funcionamiento y de esa forma el mecanismo estaría pronto para realizar en caso de necesidad, una consulta urgente. Hace cinco años hablar de Zoom era algo que los veteranos no teníamos ni idea. La pandemia nos hizo ponernos al día. 

El Frente Amplio no puede quedarse en el pasado sin incorporar la comunicación virtual a su funcionamiento. Planteamos, para comenzar, utilizar el mecanismo de la virtualidad sólo para consultas.

MÁS ADELANTE

Consideramos que en el futuro sería conveniente dar el paso hacia la virtualidad en los órganos de resolución, sin negar las instancias presenciales que son fundamentales. Naturalmente que para eso hay que “tocar” estatutos, reglamentos, etc. «Desalambrar chacras» no es fácil ni se hace en poco tiempo.

Después de las elecciones Departamentales y Municipales, en el segundo semestre del 2025 podría ser buena fecha para encarar el tema de lo resolutivo.

La consulta virtual con las presidencias puede comenzar pronto. Si la hubiéramos aplicado en la elección de la presidencia del Congreso de Intendentes nos hubiéramos ahorrado disgustos, dolores de cabeza y discusiones internas, de las cuales sólo salen favorecidos los que ahora tienen «la sartén por el mango»

Para hacer este planteo nos apoyamos en el artículo 50 del Estatuto del Frente Amplio, Competencias de las Departamentales, que expresa: «A las Departamentales competerá…» y en el literal c) expresa textualmente: «Formular propuestas y elevar asuntos a la Dirección Nacional.»

En este caso no correspondería la aplicación del literal m) de dicho artículo que dice: «Elevar… a través de la Comisión Nacional de Organización…»

El pasaje de información a través de la Comisión Nacional de Organización no sería necesario. Eventualmente, dicha comisión podría ser integrada a las reuniones mencionadas, si es que alguien se pusiera «sensible y/o irritable» por quedar fuera del proceso de comunicación entre las departamentales y la Dirección Nacional del Frente Amplio.

Cuando sea encarado el proceso de cambios de Estatutos para incorporar la virtualidad en los procesos resolutivos, el literal m) del artículo 50 debería ser modificado.

Dice en forma textual: «Elevar semestralmente a la Mesa Política Nacional, a través de la Comisión Nacional de Organización, un informe sobre el funcionamiento del Frente Amplio en su zona, especialmente sobre cada Comité de Base.» (la letra negrita es nuestra)

Las Departamentales, a quienes elegimos por voto directo, para comunicarse con las Autoridades del Frente Amplio, a quién elegimos por voto directo, deberían atravesar una portera, levantar una barrera, la Comisión Nacional de Organización, a quién no la votamos el 5 de diciembre de 2021.

Aclaremos: no es un problema de personas. Es un tema de estatutos, un problema estructural fruto de un concepto ideológico.

Una nueva redacción podría ser: «Elevar semestralmente a la Mesa Política Nacional un informe sobre el funcionamiento del Frente Amplio en su zona, especialmente sobre cada Comité de Base, con copia a la Comisión Nacional de Organización.»

¡Paradoja! hubiera dicho el «Corto» Buscaglia en aquella recordada campaña electoral de 1989.

Las porteras y las barreras siempre enlentecen, con frecuencia obstaculizan y muchas veces detienen el pasaje de vehículos, de personas y también de la información.


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 José Ramos es médico y administrador hospitalario

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