La Argentina entró en conmoción por un intento de magnicidio contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, a quien un hombre que fue detenido apuntó con un arma e intentó gatillar a centímetros de su cabeza cuando estaba por ingresar al edificio en el que reside en el barrio porteño de Recoleta.
El ataque, sin precedentes en esta etapa de la democracia argentina, mereció el inmediato repudio de ministros, legisladores, encumbrados dirigentes políticos de la oposición y el oficialismo, sindicatos y personalidades de distintos sectores, que pidieron el esclarecimiento del caso.
El ataque quedó captado en imágenes tomadas por la Televisión Pública en las inmediaciones del domicilio de la exmandataria, mientras el agresor, identificado como Fernando Andre Sabag Montiel, quedó detenido por agentes de la Policía Federal.
En una de las imágenes difundidas se ve con nitidez cuando la Vicepresidenta acababa de bajar de un auto para entrar a su domicilio y un arma se acerca a su cabeza. En la imagen parece que el agresor intenta disparar.
El presidente Alberto Fernández consideró al hecho como “el más grave” desde el regreso de la democracia y declaró a este viernes feriado nacional “para que en paz y armonía el pueblo pueda expresarse en defensa de la vida y la democracia y en solidaridad con nuestra Vicepresidenta”.
El jefe de Estado dio un discurso por cadena nacional poco minutos después de la medianoche, mientras que el jefe de Gabinete Juan Manzur, convocó a una reunión de gabinete para las 8.30.
La Vicepresidenta regresó esta noche a su casa en la esquina de Juncal y Uruguay, en el barrio de Recoleta, donde una persona infiltrada entre la multitud intentó atacarla con un arma de fuego, un ataque gravísimo que a los pocos minutos fue confirmado desde el ministerio de Seguridad.
Durante la habitual ronda de saludos y afectos que la exmandataria realiza hace 11 días entre los militantes que se acercan a saludarla a su regreso del Senado, el agresor, con tatuajes en una de sus manos, acercó un arma a centímetros de su rostro e intentó gatillar, aunque no se produjo ningún disparo.
El individuo fue detenido por los custodios de la titular del Senado y luego llevado a un móvil de la Policía, donde se cubrió la cara con un abrigo, según transmitió la televisión que se encontraba en el lugar.
Minutos después del hecho, desde el Ministerio de Seguridad confirmaron a través de un comunicado que un “hombre se encontraría armado” y que “se lo identificó procediendo a su detención en la calle Juncal y Uruguay”.
A pocos metros del lugar se encontró un arma calibre .32 marca Bersa, que tenía balas y que estaba apta para el disparo. Según los pesquisas de la Policía Federal Argentina, la pistola tenía cinco balas en su cargador.
El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, en diálogo con el canal C5N detalló que la persona detenida “tenía un arma” y que fue detenida, inicialmente, “por personal de la custodia”.
“Lo apartan y encuentran el arma. Ahora tiene que ser analizada esta cuestión por nuestra gente para ver la disposición que tenía esta persona”, aseguró el ministro, y agregó: “Tenemos que esperar que científica haga el análisis. Esperemos un poco, no quiero hacer más grande la cosa de lo necesario. Hay que hablar con seriedad”.
Ministros, secretarios de estado, legisladores, sindicalistas y personalidades de distintos sectores emitieron de inmediato declaraciones de repudio al ataque. Entre otros miembros del gabinete, el jefe de los ministros, Juan Manzur y los funcionarios Sergio Massa (Economía) y Aníbal Fernández (Seguridad) se sumaron a los repudios, a lo cual se sumaron diputados y senadores de diferentes partidos políticos.
Desde la oposición, se conocieron pronunciamientos del expresidente Mauricio Macri y del jefe del Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, entre otros.
El Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires anunció en medio de la conmoción la suspensión del Congreso partidario y del acto previsto para el sábado en la localidad de Merlo.
“Exigimos el urgente esclarecimiento del atentado hacia la vicepresidenta, producido en un contexto de creciente violencia mediática y verbal de algunos dirigentes y dirigentas políticas que difunden discursos de odio hacia la vicepresidenta y lo que representa su figura dentro del peronismo”, señaló en un comunicado.
Senadores y diputados del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio se autoconvocaron en el Congreso de la Nación para hacer pública una declaración conjunta de rechazo al ataque a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en la puerta de su domicilio.
Los legisladores de las dos principales bancadas políticas se reunieron pasadas las 23.40 en el salón Arturo Illia del Senado, donde se tomaron una fotografía en conjunto en señal de unidad ante el intento de atentado a la Vicepresidenta.
La Confederación General del Trabajo (CGT) expresó su “más profundo repudio” al ataque sufrido por la vicepresidenta y sostuvo que la “tentativa de magnicidio debe interpelar a todos los dirigentes políticos que día a día tensan el clima social hasta niveles irracionales” y convocó a una reunión de autoridades para las 10 del viernes..
A su vez, la CTA de los Trabajadores convocó a un paro nacional activo con movilización en repudio al “intento de magnicidio contra la compañera Cristina Fernández de Kirchner” y anunció que llevará esa propuesta a una reunión con la CGT para “articular una acción común” del movimiento obrero.
Atentado contra Cristina Kirchner: Frente de Todos convoca marcha a Plaza de Mayo
El Frente de Todos convocó para este mediodía del viernes 2 de septiembre a una marcha a la Plaza de Mayo en repudio al atentado que sufrió Cristina Kirchner y en defensa de la democracia.
En la convocatoria, el frente oficial del Gobierno llama a que todos los que vayan a la Plaza de Mayo concurran con una bandera argentina.
La convocatoria a la Plaza de Mayo
“En defensa de la democracia, ¡TODS a la Plaza! Nos vemos mañana a las 12 hs. Traé tu bandera”, publicó en sus redes sociales el Frente de Todos.
Durante las últimas horas también llamaron a movilizarse el Movimiento Evita (a las 14 a Plaza de Mayo) y dirigentes de organizaciones sociales, políticas y sindicales.
Los detalles del atentado a Cristina Kirchner: quién lo hizo, cómo actuó, las hipótesis en danza
Por Raúl Kollmann
Un hombre de 35 años se acercó en el anochecer de este jueves a centímetros de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, accionó una pistola calibre 380 y el disparo o los dos disparos -podría ser un arma de doble acción- no salieron. El intento de magnicidio conmovió a toda la sociedad argentina y ocurrió cuando CFK estaba por ingresar a su vivienda y saludaba a los simpatizantes que la esperaban a su regreso, como todos los días desde que fue impedida de hablar en el juicio de Vialidad.
El presidente Alberto Fernández utilizó la cadena nacional para hablar de lo que consideró “uno de los hechos más graves desde que recuperamos la democracia” y decretó para este viernes feriado nacional. El Frente de Todos convoca para marchar a Plaza de Mayo el viernes al mediodía y la CGT evalúa llamar a un paro mientras, al cierre de esta edición, la gente se congregaba en forma masiva frente a la casa de la vicepresidenta (ver aparte). Con bochornosas y estridentes excepciones, gran parte del arco político repudió el atentado. La AFA suspendió todos los partidos de fútbol argentino. El acto del congreso bonaerense del PJ en el que iba a hablar CFK, previsto para este sábado en Merlo, también se suspendió.
El atacante, Fernando Sabag Montiel, fue detenido luego de que la pistola fallara pese a que -según los primeros datos- era apta para el disparo y tenía cinco proyectiles. Lo que habría ocurrido es que el tirador, al que se notaba tembloroso, tiró mal hacia atrás la corredera, la bala no entró en la recámara y eso salvó la vida de la videpresidenta. La investigación deberá determinar qué motivó el ataque.
Por un lado, Sabag Montiel tiene la residencia en el país desde 1993, su madre es argentina, y un canal de cable exhibió imágenes del sujeto alentando un durísimo discurso contra los planes sociales. Además, en su brazo tiene un tatuaje que, a primera vista, podría ser neonazi. Esto -y sus antecedentes de violencia de género y contra mascotas- hacen pensar en un sujeto que intentó matar por el discurso de odio contra Cristina Kirchner. Del otro lado, se barajan todo tipo de hipótesis, incluida la sospecha de que alguien le pagó, una de las líneas de investigación apunta a una de las organizaciones de narcos brasileños, que suelen proveer de sicarios en su país y también en Paraguay.
En 2021 Sabag Montiel fue detenido por tenencia de arma impropia (un cuchillo de gran tamaño); tiene denuncias por violencia de género, tres acusaciones por maltrato animal y registra dos o tres domicilios que parecen falsos, uno de ellos en La Paternal. El brasileño fue reducido entre militantes y custodios y está detenido.
El estado de la investigación
La investigación está a cargo de la jueza federal María Eugenia Capuchetti que por la noche del jueves fue a su oficina en Comodoro Py para reunirse con el fiscal Carlos Rivolo o su reemplazante, Eduardo Taiano. La magistrada tiene que reconstruir toda la historia, analizar los celulares, los domicilios y la existencia o no de una historia criminal del sujeto en Brasil o en otro país.
Sabag Montiel figura como chofer de servicio de transporte automotor urbano y suburbano, no regular, de pasajeros de oferta libre. Es decir, manejaba una combi. Por lo que se vio en un video difundido por el canal CrónicaTV, no parece un desinteresado de la política: apareció dándole instrucciones a una mujer –que presentó como su novia– que hablaba ante las cámaras en contra de los planes sociales. “Fomentan la vagancia”, argumento. También habrá que determinar en qué consiste exactamente el tatuaje que tiene en el antebrazo. Parecería un símbolo neonazi, conocido como “Sol negro”, o podría ser un tatuaje tumbero.
A priori, la hipótesis que los investigadores consideran más probable es que se trata de un individuo influido por los discursos políticos de odio. Sus niveles de violencia se notan en las denuncias que tiene, contra su pareja y contra mascotas. Pero habrá que esperar el desarrollo de la investigación para saber qué hay verdaderamente detrás.
El estilo de los sicarios brasileños
No se puede descartar la hipótesis de que podría tratarse de un integrante de una banda narco brasileña, que en 2018 lo habría sacado de aquel país porque lo buscaba la policía. Eso deberá esclarecerlo Interpol.
El estilo de los sicarios brasileños es el que se vio anoche en La Recoleta: disparan a la cabeza. Se preparan para estar muchos años presos, extorsionados o pagados por la organización. En Brasil actúan las dos bandas más grandes del continente. El Primer Comando Capital (PCC) y el Comando Vermehlo dominan las cárceles, el narcotráfico, el contrabando y ya se extendieron a Paraguay. Hay algunos indicios de su presencia, en especial del PCC, en las cárceles argentinas.
Quienes están cerca del caso hablan, por ahora, de que la primera hipótesis –furia política antiK o antiperonista– encaja más con los antecedentes y datos que hay a primera vista.
Los tironeos por la custodia
La vicepresidenta se convirtió en un blanco relativamente fácil en el marco de la violencia verbal, política y judicial desatada contra ella. Hace diez días, tras el alegato histriónico del fiscal Diego Luciani, grupos de “autoconvocados republicanos” se acercaron a Juncal y Uruguay, con megáfonos, a gritar contra CFK desplegando todos los insultos posibles y a pedir que se la encarcele. El odio trepó a niveles inusitados.
De inmediato hubo una fuerte reacción de militantes y simpatizantes que se convocaron espontáneamente frente al domicilio de la expresidenta y coparon la esquina todos los días y todas las noches. Para los especialistas en seguridad, esa movilización también hizo crecer los riesgos por el movimiento permanente de gente en el lugar.
El momento más álgido fue el sábado, cuando el gobierno de la Ciudad, de forma insólita, intentó bloquear el apoyo a CFK colocando vallas. La movida despertó la indignación de quienes estaban allí y eso desató una represión feroz, con camiones hidrantes, la infantería avanzando contra los manifestantes y con uniformados y personas de civil filmando y fotografiando a los que respaldaban a Cristina.
Las cosas se tranquilizaron cuando la vicepresidenta salió a un improvisado escenario y le dirigió unas palabras a la gente. También eso la convirtió en un blanco móvil, por ejemplo, para alguien que quisiera dispararle desde un balcón.
Las polémicas con el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta derivaron en que el ministro del Interior, Aníbal Fernández, ordenara que se amplíe la custodia de CFK, algo que reafirmó horas más tarde el fallo del juez Roberto Gallardo. Pero lo cierto es que las salidas y los ingresos de Cristina a su domicilio se convirtieron en momentos muy críticos desde el punto de vista de su seguridad personal, porque ella se acercaba mucho a todos los que la querían saludar. CFK, como antes Néstor, siempre fue incontrolable para las custodias y parece evidente que una segunda línea de custodios debió estar más en guardia, porque el individuo estuvo a centímetros de la cabeza de la vicepresidenta y se produjo el milagro de que no cargó bien el arma.
Ningún mandatario o exmandatario, desde el regreso de la democracia, estuvo tan cerca de ser víctima de un magnicidio y todo indica que lo ocurrido es producto del clima de persecución imperante en el país. El ambiente de violencia verbal creó el caldo de cultivo del disparó que, por fortuna, no terminó en una tragedia.
Tras la conmoción, la Argentina será un país distinto este viernes.
Solidaridad, cruces y provocaciones: la reacción de Cambiemos frente al intento de magnicidio contra Cristina
Por Carla Pelliza
Una hora después de conocidas las imágenes del intento de magnicidio contra Cristina Kirchner, la plana mayor de Juntos por el Cambio salió, en coreografía tuitera, a repudiar el acto de extrema violencia. El mensaje fue debatido dentro de las filas opositoras para unificar una postura frente a una situación inédita para la vida política argentina. Lo sucedido dejó descolocada a una alianza que en la última semana tuvo expresiones a favor de la pena de muerte o el “nosotros o ellos”. Si bien mayoritariamente se expresó el repudio, hubo voces que negaron la violencia política y plantearon el supuesto armado de un “escenario” para “victimizar” a la líder de la coalición oficialista.
Mayoritariamente se instaló un pedido de pacificación. Hasta Baby Etchecopar dijo que “hoy somos todos Cristina”. Poco después de sucedido el hecho, en las filas de la oposición se empezó a especular, como solución, con una proclama conjunta de todo el arco político para hacer un llamado de paz a la sociedad y calmar los ánimos de violencia extrema. Parte de ello se plasmó en una concurrencia masiva, de los bloques de todos los partidos, al Senado de la Nación, presidido por CFK, tras el intento de homicidio.
Asombrados por lo ocurrido, los principales exponentes de Juntos por el Cambio cruzaron llamados para lograr una posición conjunta. Si embargo, el comunicado de la alianza nunca llegó. Después de varias versiones y un par de deliberaciones, el mini texto redactado por los presidentes de los partidos quedó en la nada porque cada dirigente, cada bloque parlamentario, se pronunció en redes sociales y, al menos en el jueves, quedó cancelado el pronunciamiento de la mesa nacional producto de diferencias internas.
La única líder política que no se expresó en la jornada fue Patricia Bullrich, que formó parte de la redacción del abortado comunicado. Su primera expresión llegó iniciado el viernes, con una crítica a Alberto Fernández a quien apuntó por haber acusado “a la oposición y a la prensa”, decretando “un feriado para movilizar militantes. Convierte un acto de violencia individual en una jugada política. Lamentable”. La continuidad de la grieta. Mensaje replicado, casi al instante, por el economista de su equipo, Luciano Laspina, y su posible compañero de fórmula, Alfredo Cornejo.
Tras el impacto, los primeros en salir habían segundas y terceras líneas, hasta que aparecieron los tuits de Cristian Ritondo, Diego Santilli, María Eugenia Vial, Hernán Lombardi o Cristian Ritondo. Luego, empezó el repudio en los bloques parlamentarios. El primero en hacerlo fue el PRO, con un “llamado a la sociedad en su conjunto a tomar conciencia del peligro que acarrea el clima de crispación y confrontación que se está viviendo”. También lo hizo la UCR, con “un llamamiento a todos los ciudadanos a respetar el orden y a la concordia social”.
El PRO fue el espacio que protagonizó, esta semana, una disputa feroz por los alcances de la represión del sábado. Patricia Bullrich fue la que aseguró que Horacio Rodríguez Larreta fue demasiado blando frente al kirchnerismo y advirtió que “con nosotros no se jode”. Un discurso que se sumó al “ellos o nosotros” esgrimido por Ricardo López Murphy el fin de semana, o el pedido de “pena de muerte” contra la vicepresidenta reclamado por Francisco Sánchez, diputado macrista por Neuquén, cuando se conoció el pedido de condena contra CFK.
Todos esos discursos dejaron a parte de la oposición en una postura bastante incómoda. Sobre todo después de haber hecho un show público por un supuesto ataque de Cristina contra Patricia Bullrich en un encuentro con diputados y senadores de la Nación. En ese momento, tan sólo 24 horas antes del intento de magnicidio, se habló de “violencia política”. Algo que, en este caso, no existiría, según teorizó el diputado de Evolución, Martín Tetaz: “Esto no es violencia política. No hay ningún movimiento político armado ni nadie adjudicándose lo que hasta ahora parece ser la torpe acción de un desequilibrado”. Después, tuvo que solidarizarse.
En medio de un clima de confusión e impacto interno, varios decidieron esperar para poder pronunciarse con un acuerdo previo. El pacto quedó en evidencia cuando, más de una hora después del atentado, los líderes políticos y presidentes de los partidos integrantes salieron en redes sociales al mismo tiempo.
El primero en hacerlo fue Mauricio Macri, que repudió el ataque y pidió un “esclarecimiento” rápido de lo sucedido. Un minuto después, lo hizo Gerardo Morales quien pidió que la dirigencia “reflexione y ayude a bajar la crispación de la sociedad”, un reclamo que empezó a sonar fuerte dentro de algunas filas de la oposición, como única solución posible. El jefe de Gobierno porteño lo hizo tres minutos después y marcó “un punto de inflexión” para la historia democrática del país y pidió “trabajar por la paz” entre todos. Elisa Carrió fue bastante escueta, sólo remarcó que “el camino es la no violencia”.
López Murphy, el autor de “ellos o nosotros”, se expresó casi dos horas después de conocido el hecho, lo repudió y pidió el esclarecimiento por parte de la Justicia. La que no llegó a pronunciarse el jueves fue Patricia Bullrich, que fue consultada por este medio, sin respuesta. Dos personas muy cercanas a ella sí lo hicieron, Gerardo Milman y Federico Pinedo, condenando la violencia y clamando paz. Damián Arabia, parte de su equipo más chico, también se plegó a los mensajes pero pidió investigar “no sólo” al atacante sino también del “operativo de seguridad y cómo pidieron que esto ocurriera”. Esta es la línea que iba a adoptar la mesa nacional en su comunicado fallido.
También hubo algunas pocas repercusiones después de la cadena nacional del presidente Alberto Fernández, con cuestionamientos al feriado nacional y a la falta de un anuncio en torno a una investigación. Lo que le abrió la puerta a la continuidad de la grieta pese a la situación. Solidaridad pero no amor mágico como para aceptar un feriado nacional.
Tras el episodio, desde la Ciudad de Buenos Aires se desligaron de cualquier tipo de responsabilidad al haber quedado, su policía, a cargo solamente del manejo del tránsito de la zona y se apuntó contra la custodia personal de la vicepresidenta, a cargo de la PFA. En redes sociales, el ministro de Seguridad de la Capital informó que se pusieron a disposición de su par de Nación “para aportar lo que haga falta”. También hubo presencia de dirigentes del riñón larretista en la zona del domicilio de Cristina post intento de homicidio.
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