Mirko C. Trudeau
John Bolton, exasesor de Seguridad Nacional del expresidente de Estados Unidos Donald Trump, admitió que había ayudado a planear golpes de Estado en países extranjeros, dándole la razón a aquellos que denuncian la permanente injerencia e intromisión de Estados Unidos en los asuntos internos de otras naciones, apelando incluso a acciones terroristas y desestabilizadoras.
En realidad, Bolton, olvidado por la prensa y la alta política, necesitaba notoriedad de alguna forma, y por eso se hizo entrevistar por Jake Tapper, una de las estrellas de la cadena estadounidense CNN, donde anunció que había participado en la preparación de golpes de Estado en varios países. ¿En nombre de la democracia?
Durante la conversación, Bolton dejó caer que el expresidente Donald Trump no era lo suficientemente competente como para llevar a cabo un “golpe de Estado cuidadosamente planificado”. “Como alguien que ha ayudado a planificar golpes de Estado, no aquí, pero ya sabes [en] otros lugares, se necesita mucho trabajo. Y eso no es lo que él [Trump] hizo”, añadió el exasesor del presidente republicano.
Sin especificar casos específicos, Al incidir el entrevistador en ese punto, Bolton rehusó comentar ”casos específicos”. Sin embargo, acto seguido, aludió a la crisis política en Venezuela de 2019, siendo él aún asesor de Seguridad Nacional, cuando el Gobierno estadounidense del que formaba parte ungió a Juan Guaidó como “presidente interino”, de Venezuela tras fracasar en dos intentos de golpe y un intento de magnicidio.
Admitió que el golpe contra el presidente Nicolás Maduro fracasó y éste aún sigue en el poder. Bolton consideró “de risa” creer que Donald Trump, con el que terminó peleado, es “ni tan siquiera la mitad de competente que la oposición venezolana”.
Bolton, un halcón republicano favorable al intervencionismo de Estados Unidos en otros países, ejerció como asesor de Seguridad Nacional entre 2018 y 2019, cuando Trump lo destituyó precisamente por sus diferencias sobre la política hacia Venezuela. Anticomunista acérrimo y marcadamente belicista, fue uno de los arquitectos de la guerra en Irak de 2003 para derrocar a Saddam Hussein con el argumento falso de que su gobierno poseía armas de destrucción masiva.
«Siento que hay otras cosas que no me está contando (más allá de Venezuela)», insistió el presentador de la CNN, a lo que Bolton, quien también fue embajador estadounidense en Naciones Unidas entre 2005 y 2006 respondió de manera críptica: «Estoy seguro de que las hay».
Tapper le dijo a Bolton, exasesor de Seguridad Nacional de Trump: que “Uno no tiene que ser brillante para intentar un golpe” y éste, jactancioso le contestó: “No estoy de acuerdo. Como alguien que ha ayudado a planear golpes de Estado, no aquí, sino en otros países, puedo decir que requiere de mucho trabajo”. Sus palabras provocaron una polvareda sobre los manejos de EEUU en la política interior de otros países.
Ante las confesiones del exdiplomático estadounidense, el embajador de Venezuela ante la ONU, Samuel Moncada, escribió en su cuenta de Twitter: «Bolton se autoproclama ante el mundo como experto en golpes de Estado fuera de Estados Unidos para defender a Trump en su fracasado golpe de Estado dentro de Estados Unidos». Citando las declaraciones de Bolton, añadió: «Los golpes llevan mucho trabajo, afirma el criminal. Por eso, también fracasó con sus agentes locales en Venezuela».
“Bigotes” Bolton dijo que el asalto al capitolio el 6 de enero de 2021 por una turba de seguridores de Trump, «no fue un ataque a nuestra democracia. Es Donald Trump cuidando a Donald Trump. Es algo que ocurre una vez en la vida. Al final, él sí desató a los vándalos en el Capitolio, de eso no hay duda. Pero no para derrocar la Constitución, sino para comprar tiempo, para dejarles el problema a los estados, para tratar de revertir el asunto», añadió.
El miércoles, el comité legislativo que investiga el intento de golpe de Estado en EEUU, concluyó que Trump convocó a fuerzas derechistas extremistas para un asalto sedicioso al Capitolio con su mentira de que la elección fue “robada” a pesar de que sabía que no existía evidencia de fraude y con ello intentó, por primera vez en la historia del país, descarrilar el traspaso pacífico del poder Ejecutivo después de una elección.
En el comité se presentaron evidencias y testimonios de cómo el ex presidente convocó a sus violentas filas ultraderechistas, muchos de ellos armados, a lo que prometió sería un día “salvaje” en Washington. Asimismo se narró, con ayuda de testimonios de un elenco de ex funcionarios y asesores del presidente, entre ellos el abogado principal de la Casa Blanca, Pat Cipollone, de una reunión el 18 de diciembre de 2020 donde estalló a gritos la disputa entre los oficiales del Ejecutivo y lo que llamaban “los locos” externos.
Entre las propuestas de los “locos” estaban la de una orden ejecutiva para exigir que las fuerzas armadas confiscaran las máquinas electorales del país, y nombrar a Sidney Powell –quien había propagado alegatos de que los chavistas de Venezuela y los chinos habían ayudado en robar la elección– fiscal especial para investigar las acusaciones de fraude por parte del presidente. Pero lo más asombroso sucedió afuera, poco después de la audiencia cuando CNN entrevistó John Bolton.
Congresistas estadounidenses, funcionarios de la región, el expresidente de Bolivia Evo Morales e incluso un exagente de la CIA reaccionaron a las crudas declaraciones de Bolton tras su confesión de haber ayudado a planear golpes de Estado en distintos países.
Bolton ni siquiera se ruborizó al reconocer la intromisión de Estados Unidos en los asuntos internos de otras naciones, pero se abstuvo de especificar qué gobiernos había ayudado a derrocar. Entre 2018 y 2019 abogó activamente por una intervención militar estadounidense en Venezuela.
El expresidente boliviano Evo Morales calificó a EEUU como el «peor enemigo de la democracia y la vida». En su cuenta de Twitter, destacó: «Con el cinismo que caracteriza a la ultraderecha estadounidense, John Bolton admite haber ayudado a planear golpes de Estado en países soberanos».
En esa línea Carlos Fernández de Cossío, viceministro de Relaciones Exteriores de la isla, repudió este miércoles sus dichos y le envió un mensaje al gobierno de Joe Biden: «En vez de tratar de revivir la operaciones desestabilizadoras, el gobierno de Estados Unidos debería dedicar sus energías a enfrentar la descomposición política, ideológica y moral de su propia sociedad».
*Integrante del Observatorio de Estudios Macroeconómicos de Nueva York, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)
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