Claudio della Croce
La Argentina, Brasil y Paraguay, miembros plenos del Mercosur, y Bolivia, como Estado asociado, renovaron «el compromiso» del bloque regional «con el fortalecimiento de la democracia y el respeto a los derechos humanos», en un comunicado que no fue acompañado por Uruguay, que pretendía incluir un párrafo sobre «flexibilización y modernización» que no obtuvo consenso de los otros países.
Quizá lo más importante fue que se evitó la fractura del bloque en este momento. En un contexto geopolítico tenso en el mundo, el Mercosur atraviesa su propio período de turbulencias internas desde que Uruguay decidió buscar en solitario un acuerdo comercial con el gigante asiático, escudándose en la falta de avances en el tratado que el bloque sureño ha negociado por más de dos décadas con la Unión Europea.
La cumbre se desarrolló en la ciudad de Luque, en Paraguay, y estuvo signada por las discusiones en torno a la decisión del gobierno de Luis Lacalle de iniciar negociaciones individuales para lograr un acuerdo de libre comercio con China. Lacalle subrayó que «Uruguay no se va a amputar» su derecho a negociar en forma individual, «porque le asiste el derecho y el interés colectivo», ya que «esta no es una iniciativa de un gobierno, sino que viene de dos o tres gobiernos para atrás, es un interés nacional».
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien no asistió de forma presencial a esta cumbre, se dirigió a los presentes a través de un video, en el que destacó los esfuerzos llevados a cabo por los Estados miembros para garantizar la seguridad alimentaria y combatir la inflación.
La deslucida cumbre solo logró acordar la rebaja del 10% del Arancel Externo Común, que es el impuesto que paga cualquier mercadería que ingresa al Mercosur de estados no miembros. Las discusiones sobre el TLC con China recuerdan los pasados debates por un acuerdo similar con la Unión Europea que también dividieron a los miembros del bloque.
Lo que ningún gobierno discute es que estos acuerdos, sea con China, la UE o Singapur no tienen un interés de “desarrollo regional” sino que apuntan a reprimarizar las economías de Latinoamérica y se enfocan en la exportación de materias primas, acrecentando la dependencia de las naciones del sur. A esto se refería el presidente argentino Alberto Fernández cuando dijo que el continente «tiene lo que el mundo busca para el mañana», gas y granos.
Fernández, propuso que el Mercosur analice en conjunto un eventual Tratado de Libre Comercio con China, ante el anuncio de avance de las negociaciones de Montevideo con Beijing que se limitan a un estudio de factibilidad, en una cumbre llena de llamados a mantener la unidad del bloque.
Mientras Brasil ha moderado su posición sobre la polémica de flexibilización del Mercosur –que permitiría negociar individualmente-, Argentina se mantiene inflexible, hasta ahora acompañado por Paraguay. «¿Por qué no lanzamos juntos el acuerdo con China? ¿Por qué no lo evaluamos juntos? Va a ser mucho más fuerte así ese acuerdo», dijo Fernández.
El presidente paraguayo, Mario Abdo Benítez, anfitrión de la cita, también hizo un llamado a mantener la unidad. «La coyuntura crítica global requiere concentrar más que nunca las energías en la adopción de la postura de políticas conjuntas y compartidas, que posibiliten la satisfacción de las necesidades de nuestros pueblos», sostuvo. La crisis económica «demanda más que nunca espacios como el Mercosur», remarcó.
El show de Lacalle
El apuro de Lacalle pareció ser más que nada de autopromoción, ya que en realidad China no fijó fecha para el inicio de las negociaciones con Uruguay. No se definieron aún los términos de referencia del acuerdo y en el Ejecutivo uruguayo se maneja la posibilidad de que “no pase más nada” en este período de gobierno.
No pasó nada y eso fue lo bueno: gobierno volvió satisfecho con resultados de la reunión del Mercosur, señaló el diario conservador uruguayo El Observador. Ahora, Lacalle buscará la flexibilización del bloque durante el semestre de la presidencia del bloque, que asumió de manos de Abdo.
El 13 de julio, el presidente Luis Lacalle anunció el inicio de “negociaciones formales” con China de cara a la firma de un acuerdo de libre comercio, tras la conclusión de un estudio de prefactibilidad conjunto. La finalización de este estudio fue un avance en las conversaciones con el país asiático que no se había registrado en el período pasado. Según dijo a la diaria el exministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, durante el gobierno anterior China no ha mostrado voluntad de avanzar en un estudio de prefactibilidad.
Lacalle dijo que le «genera ansiedad e incertidumbre el escaso avance de las negociaciones con la Unión Europea, socio natural, histórico y de futuro» para el Mercosur, tratado regional de integración que abarca unos 300 millones de habitantes, que incluye a Argentina, Uruguay, Brasil y Paraguay como socios plenos, y tiene como norma que las negociaciones comerciales se hagan en bloque y no de manera individual, a menos que exista la anuencia de todos los miembros.
*Economista y docente argentino, investigador asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
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