Desaparecidos, marcha del silencio y la memoria en disputa en Uruguay

 Nicolás Centurión|

 

Por segundo año consecutivo, la Marcha del Silencio, que se realiza todos los 20 de mayo en memoria de los detenidos-desaparecidos de la última dictadura en Uruguay (1973-1985), fue de manera virtual. La realidad es 25 años después del inicio de estas marchas, se siguen sin esclarecer la gran mayoría de las desapariciones forzadas y sólo se han hallado los restos de seis víctimas de ese tipo especialmente cruel de delito.

El del presidente derechista Luis Lacalle Pou es el octavo período de gobierno posterior a la dictadura, y aún no se han empleado todos los recursos que la Constitución y las leyes permiten para realizar una búsqueda exhaustiva de esos documentos. todavía son pocas las condenas por terrorismo de Estado en relación con los procesamientos iniciados, que no abarcan ni de cerca todas las responsabilidades directas e indirectas.

Este año se eligió la consigna #MayomesdelaMemoria acompañada de la ya histórica Memoria, Verdad y Justicia. Los Familiares encabezaron una conferencia de prensa a las 19 horas en la Asociación de Prensa del Uruguay: el gobierno ya le había negado  la cadena nacional en 2020 y el colectivo optó enviar su mensaje por otras vías.

Los organizadores invitaron a todos y todas a conectarse a las plataformas de Madres y Familiares y Asociación de la Prensa Uruguaya, Radio Uruguay y sus repetidoras, TV Ciudad, entre otros medios, para ver el video con las fotos y nombres de los desaparecidos, “para que juntos/as, desde donde nos encontremos, a lo largo y ancho del país, y desde el exterior, gritemos muy fuerte ‘presente’ luego de cada nombre”.

La segunda Marcha del Silencio y la número 25 desde la primera en 1996, llegó cargada en un contexto donde aparecieron documentos hallados “por casualidad” en el Grupo de Artillería 5 de Montevideo y que ya fueron entregados a Fiscalía y a Familiares. “Se dieron a conocer papeles de muy escaso aporte, y se los envuelve en un despliegue publicitario digno de mejor causa. Como si este drama pudiera, como tantas otras cosas, reducirse a una competencia entre partidos por la opinión pública”, señalo Ladiaria.

La aparición de estos documentos, según el propio ministro de Defensa Javier García, fueron de forma casual y haciendo tareas de mantenimiento. El oficialista El País informó la semana pasada que dichos archivos de la dictadura incluyen documentos sobre el Movimiento de Liberación Nacional (MLN), y la desaparición y muerte de los legisladores Wilson Ferreira Aldunate, Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz.

«Hemos puesto arriba de la mesa información que por mucho tiempo se reclamó y no aparecía», indicó el responsable de la cartera. En esa misma línea el comandante en Jefe del Ejército, Gerardo Fregossi, dijo que la fuerza reitera su «compromiso de aportar información» sobre lo sucedido en dictadura. Una declaración diametralmente opuesta a la propia política del Ejército donde ha ocultado información, ha cubierto a sus camaradas en juicios militares donde se mancilla el honor de dicha institución por que un alto mando requerido por la justicia -Jorge “Pajarito” Silveira, condenado por 28 homicidios,- se dio a la fuga con una peluca. Silveira es solo un ejemplo de tantos casos.

Nilo Patiño, integrante de Madres y familiares de detenidos-desaparecidos y del Proyecto Cruzar, Sistema de información de archivos del pasado reciente, en entrevista con el Colectivo Periferia (1), declaró que “todos los documentos son bienvenidos” , pero añadió que es llamativo el estado en el que se encontraban los materiales (muy bien conservados).

Gerardo Bleier (2) realizó un recorrido de carácter civilizatorio, expresando que formaciones políticas como la ultraderechista Cabildo Abierto –integrante de la coalición multicolor de gobierno- que cobijan en su seno a torturadores y nostálgicos de la dictadura, surgen por el odio y como reacción de un capitalismo herido que no da respuestas a las crisis económicas que el propio sistema produce.

“Movidos por el odio” fue la frase que escogió el senador, ex comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y líder de Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos al referirse a Familiares. La frase fue lanzada cuando en el Parlamento se votaba el desafuero del senador cabildante.

Con esas cuatro palabras cruzó una barrera que nadie en el sistema político había cruzado. Más allá de que los distintos gobiernos desde el reinicio de la democracia han hecho poco y nada por la búsqueda de desaparecidos, el respeto a Familiares ha sido compartido por todo el espectro político.

Cabildo Abierto ha aparecido en la escena política para hacer un revisionismo histórico que cala en las raíces del Uruguay. Desde el prócer José Gervasio Artigas, pintándolo como ultra católico, prohispánico y capitalino, pasando por la memoria reciente sobre los hechos de la dictadura. Con la teoría de los dos demonios reversionada y pretendiendo mostrar al Ejército como salvador de la patria, y buscando en lo foráneo al enemigo y levantando barreras de nacionalismo-chovinista.

Las marchas continuarán mientras haga falta; que no hay resignación ni olvido. No es posible perdonar si no se sabe a quién ni por qué, si el perdón no se pide a título personal o institucional, señala Ladiaria.

Quienes éramos jóvenes cuando se realizó la primera marcha somos ya veteranos, y mucha gente veterana de entonces ya no está, pero cada año se suman jóvenes. Quedan pocas madres de desaparecidos, pero cada año hay personas nuevas asumiendo que “todos somos familiares”, y se ponen de verdad la camiseta, señala Marcelo Pereira.

La memoria sigue siendo un terreno en disputa. Un frente de batalla. Su sentido político, con P mayúscula, sigue siendo un campo contestado. La memoria, pilar de la identidad constitutiva de un pueblo, vuelve a sufrir los embates de una derecha cavernaria que marchan con botas al ritmo del redoble militar.

Notas

1 – Entrevista a Nilo Patiño: https://www.youtube.com/watch?v=XoW3guqloGI&t=80s

2 – Entrevista a Gerardo Bleier: https://www.youtube.com/watch?v=oIv6kKfGnkc&t=182s

* Licenciado en Psicología, Universidad de la República, Uruguay. Miembro de la Red Internacional de Cátedras, Instituciones y Personalidades sobre el estudio de la Deuda Pública (RICDP). Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)

Publicar un comentario

0 Comentarios