Eduardo Camín
La Organización Mundial de la Salud (OMS) puso en alerta por nuevos contagios derivados del virus de Marburgo en Ruanda. La OMS define la enfermedad por el virus de Marburgo (EVM), anteriormente conocida como fiebre hemorrágica de Marburgo, como una enfermedad grave y a menudo mortal que afecta a los seres humanos. La tasa media de letalidad de la EVM ronda el 50%. En brotes anteriores, esta tasa ha oscilado entre el 24% y el 88%.
Se considera que el huésped natural del virus de Marburgo es el Rousettus aegyptiacus, un murciélago frugívoro de la familia Pteropodidae. El virus se transmite de estos murciélagos al ser humano y se propaga a través de la transmisión de persona a persona.
El virus de Marburgo y el virus Ravn, que pertenecen a la especie Orthomarburgvirus marburgense, son los agentes causantes de la enfermedad por el virus de Marburgo, una enfermedad con una tasa de letalidad de hasta el 88% que, sin embargo, puede disminuir notablemente si el paciente recibe la debida atención de manera temprana.Ambos virus forman parte de la familia Filoviridae (filovirus), a la que pertenece el género Orthoebolavirus. Aunque los virus que las causan son diferentes, las enfermedades del Ébola y por el virus de Marburgo son clínicamente similares. Ambas enfermedades, consideradas raras, pueden provocar brotes con altas tasas de letalidad.
La EVM se identificó por vez primera en 1967, después de que se produjeran brotes simultáneamente en Marburgo y Fráncfort (Alemania) y en Belgrado (Serbia). Esos brotes se asociaron al trabajo en laboratorios con monos verdes africanos (Cercopithecus aethiops) importados de Uganda. Posteriormente, se han notificado brotes y casos esporádicos en Angola, Guinea Ecuatorial, la República Democrática del Congo, Ghana, Guinea, Kenya, Sudáfrica (en una persona que recientemente había viajado a Zimbabwe), Tanzanía y Uganda. En 2008, se notificaron dos casos independientes en viajeros que habían visitado una cueva habitada por colonias de murciélagos Rousettus aegyptiacus en Uganda.
La EVM es una enfermedad muy virulenta que puede causar fiebre hemorrágica y es clínicamente similar a la enfermedad por el virus del Ébola. Los virus de Marburgo y del Ébola son miembros de la familia Filoviridae (filovirus). El virus de Marburgo se propaga entre las personas a través del contacto directo (a través de la piel o las membranas mucosas) con la sangre, las secreciones, los órganos u otros fluidos corporales de las personas infectadas, y con superficies y materiales (por ejemplo, ropa de cama, ropa) contaminados con estos fluidos. Los trabajadores de la salud se han infectado previamente mientras trataban a pacientes con EVM presunta o confirmada. Las ceremonias funerarias que implican un contacto directo con el cuerpo del difunto también pueden contribuir a la transmisión del virus de Marburgo.
El período de incubación varía de dos a 21 días. La enfermedad causada por el virus de Marburgo comienza abruptamente, con fiebre alta, dolor de cabeza intenso y malestar general. Diarrea acuosa intensa, dolor abdominal y calambres, náuseas y vómitos pueden comenzar al tercer día. Aunque no todos los casos presentan signos hemorrágicos, las manifestaciones hemorrágicas graves pueden aparecer entre cinco y siete días después del inicio de los síntomas, y los casos mortales suelen tener algún tipo de sangrado, a menudo de múltiples zonas. En los casos fatales, la muerte ocurre conmayor frecuencia entre ocho y nueve días después del inicio de los síntomas, generalmente precedida por una pérdida grave de sangre y shock. Actualmente no existe un tratamiento o vacuna aprobado para la EVM.
En octubre, se desplegó un equipo de emergencia de la OMS para apoyar la respuesta en el país en las funciones de gestión de incidentes: epidemiología, operaciones sanitarias, gestión de casos, logística sanitaria, investigación sobre vacunas, coordinación de asociados y prevención y control de infecciones. Según se desprende del informe de la OMS del 14 de Octubre el rastreo de contactos está en marcha, con más de 800 contactos en seguimiento. El origen del brote aún está bajo investigación y se proporcionará información adicional cuando esté disponible, señala la OMS.
No obstante, hasta el 17 de octubre de 2024, se habían notificado en Ruanda un total de 62 casos de enfermedad por el virus de Marburgo, 15 de ellos mortales (tasa de letalidad: 24,2 %), con cuarenta y tres recuperaciones.
Desde la declaración del brote el 27 de septiembre y hasta el 17 de octubre, 43 casos confirmados se han recuperado, y los cuatro casos restantes están bajo tratamiento en el centro de tratamiento de Marburgo designado. Los trabajadores de la salud de dos centros de salud de Kigali representan más del 80% de los casos confirmados. Todos los nuevos casos confirmados notificados en la última semana se han asociado a los dos conglomerados hospitalarios de Kigali. Hasta el 17 de octubre de 2024, se han realizado un total de 4486 pruebas para detectar el virus de Marburgo, con aproximadamente 200-300 muestras analizadas diariamente en el Centro Biomédico de Ruanda.
Algunas reflexiones
A pesar de repetirnos en nuestros conceptos diremos, que tal vez la nuestra es la primera generación de la historia que posee los conocimientos y los recursos necesarios para mejorar sobremanera la salud de toda la humanidad, sin embargo, cientos de millones de vidas siguen oscurecidas en las tinieblas delos virus y la malnutrición, que constituye entre otras cosas más de la mitad de los casos de mortalidad infantil, una proporción que no tiene precedentes en la historia de la humanidad desde la época de la peste negra.
Pero si sabemos que hay recursos de todo tipo para seguir adelante financiando guerras y genocidios de toda índole, a su vez que tantas familias siguen arrastradas en la miseria, librando una vasta e invisible batalla contra la enfermedad, el agua contaminada, el saneamiento deficiente, la ignorancia, la desnutrición.
Entre alianzas, agendas y compromisos, en los confortables despachos en una ciudad rica del mundo “desarrollado” el hombre sigue siendo bastante contradictorio, y enredados en sus dudas ganan apenas pequeñas batallas … pero nunca la guerra. El tema no es menor, al considerar que hay una prolongación de aquel incipiente virus de los años sesenta, a la madurez presente.
Una madurez que se ha prolongado en el tiempo. A pesar de esta profunda inmoralidad, de las democracias civilizadas, los niños continúan muriendo en las empobrecidas aldeas del planeta lejos de la mirada y la conciencia del mundo desarrollado.Apenas se les ve, invisibles en la vida… pero visibles en las estadísticas de la muerte esta vez victimas delvirus de Marburgo. Pero otras tanta victimas de la guerra muchas, demasiadas tal vez son las injusticias de la absurdidad que gobierna esta emergencia silenciosa, hasta cuándo… seguramente se nos dirá, una vez más, que este no es un problema del capitalismo, “el asesino mas respetado” decía un tal Guevara.
*Periodista uruguayo residente en Ginebra, exmiembro de la Asociación de Corresponsales de Prensa de Naciones Unidas en Ginebra). Analista Asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
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