Como los medios de comunicación y las mentiras preparan el terreno para las guerras

 Por Gerardo Suarez

“Casi todas las guerras de los últimos 50 años comenzaron con mentiras de los medios de comunicación”

Julian Assange

A partir del análisis de hechos históricos se puede visualizar los pasos que se aplican a la hora de impulsar guerras y golpes de Estado por parte de los grandes poderes mundiales. Observando el rol de políticos, de los medios de comunicación, de las organizaciones internacionales y las figuras públicas, se ve claramente un manual, una forma de actuar que se usa de forma sistemática.



1.- Se comienza una campaña de demonización de la figura máxima del gobierno a intervenir. Se crea un perfil de persona autoritaria, incapaz, obsesionada con el poder, y se asocia su figura a personas como Hitler.

2.- Se crea una masiva campaña de noticias falsas en donde se denuncia la violación de derechos humanos y surgen comunicados de ONG y organismos internacionales. Ganar la opinión pública es fundamental.

3.- Se fomenta a grupos armados en esos países para que generen desestabilización interna.

4.- Por último, se concreta la invasión o el golpe de Estado.

Si conocemos estos pasos, los actores que los impulsan, y los objetivos ocultos que los motivan, podemos entender muchos de los conflictos actuales en nuestro mundo.

Hay 3 casos paradigmáticos donde se puede observar este plan: 1) La invasión de Estados Unidos en Irak en el año 1991. 2) La invasión de la OTAN en Yugoslavia en 1999. 3) La invasión de Estados Unidos en Irak en 2003.

 

IRAK 1991

En enero de 1991 un conjunto de países liderados por Estados Unidos invadió Irak en lo que se conoce como la Guerra del Golfo. Habían pasado solo 15 años de la guerra de Vietnam y convencer a la opinión pública estadounidense de entrar en una nueva guerra no era tarea sencilla. Para ello, fue mundialmente difundido el testimonio de Nayirah, una joven kuwaití que en octubre de 1990 declaró ante el Congreso de Estados Unidos y cuyo relato se transmitió en vivo y en directo. En su relato describió como los soldados de Irak entraban a los hospitales y sacaban a los bebés de las incubadoras para dejarlos morir sobre el piso. Ese testimonio se difundió por todo el mundo. Se asoció a Sadam Hussein con Hitler. Amnistía Internacional declaró que más de 300 bebés habían sido asesinados. Human Rights creyó la historia. La invasión estaba justificada, George Bush (padre) dio la orden y la guerra comenzó.

Tres meses después de que Nayirah diera su testimonio, el periodista Rick Mac Arthur develó que: la joven era la hija del embajador de Kuwait en Estados Unidos y el testimonio fue armado junto a la empresa de relaciones públicas Hill & Knowlton. Era todo falso.

“La sensación que había era de que el conflicto tenía que ver con el petróleo, que no se trataba de una cuestión de principios, aunque Bush lo planteara como una cuestión de Derecho Internacional.” Rick Mac Arthur

 

YUGOSLAVIA 1999

El 24 de marzo de 1999 Estados Unidos y la OTAN bombardearon Yugoslavia. En nota de Brecha de este año el periodista Daniel Gatti describe el proceso previo a esa guerra y los pasos que se siguieron son exactamente los mismos.

Informa Gatti que previo a la guerra existían enfrentamientos entre el gobierno yugoslavo de Milosevic y el UCK “una fuerza armada y financiada por la alianza atlántica y en especial por las agencias de inteligencia estadounidense y británica” (CIA y MI6).    

Comenzó una campaña internacional de demonización de Milosevic, acompañada por denuncias de violación a los derechos humanos por parte del gobierno. El ministro de defensa alemán (del partido SPD) mostró al mundo fotos que luego se comprobó que estaban alteradas, en las mismas se denunciaba decenas de asesinatos a civiles. Imágenes que luego fueron difundidas por medios como Die Welt, Le Monde, Washington Post y Daily Mirror. Gatti indica que se masificó versiones que decían que “los soldados serbios jugaban al futbol con las cabezas de los kosovares decapitados, que descuartizaban cadáveres, que quemaban bebés, que arrancaban fetos a mujeres embarazadas y los asaban, que asesinaban en masa a civiles en campos de concentración y los incineraban en hornos crematorios… Todo eso lo aseguró el 9 de abril de 1999 el ministro de Defensa Scharping, jurando que había testigos de esas atrocidades”.

El ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Joscka Ficher, declaró que tenía información de un plan de Milosevic llamado “herradura” que consistía en realizar una limpieza étnica contra la población de Kosovo. Mientras Le Monde solicitaba una guerra “humanitaria” la televisión francesa decía que ya se había asesinado entre 100 mil y 500 mil personas.

Tiempo después se reveló que la información era falsa, había sido un invento de los servicios secretos de Bulgaria. Jaime Shea, director del Media Operations Center de la OTAN decía que el truco era “mantener a los periodistas lo más ocupados posible, alimentándoles constantemente con briefings, de tal manera que no tengan tiempo para buscar información por sí mismos”. Había que ganar a la opinión pública.

Luego de terminada la guerra, Estados Unidos construyó en Kosovo una de sus bases militares más grandes del mundo, lugar estratégico para el control del petróleo de Asia.

 

IRAK 2003

En marzo de 2003 un conjunto de países liderados por Estados Unidos invadió Irak. Meses antes, el secretario de Estado de Estados Unidos, Colin Powell, había denunciado ante la ONU la existencia de armas de destrucción masiva en manos de Sadam Hussein en Irak. La campaña de demonización hacia su persona y su gobierno fue gigante. George Bush (hijo) dijo que Irak era parte del Eje del Mal, su intención era asimilarlo al eje de Hitler y Mussolini.

Según el Centro para la Integridad Pública de Estados Unidos, Bush y su Ejecutivo realizaron 935 declaraciones falsas. El Centro planteó que esas declaraciones “formaban parte de una campaña orquestada que galvanizó eficazmente a la opinión pública” y “condujo a la nación a la guerra bajo pretextos decididamente falsos”.

Al mismo tiempo que se realizaba esa campaña de desinformación, se financió desde la CIA grupos armados, como los pershmergas kurdos, para que llevaran adelante acciones militares contra el gobierno iraquí.

Alan Greenspan, expresidente del banco central de Estados Unidos dijo en su libro de memorias que el objetivo era “controlar las reservas de petróleo y evitar que la Unión Europea o potencias emergentes como China e India se acercaran a esas gigantescas reservas de petróleo”.

Las mencionadas armas de destrucción masiva nunca se encontraron. Fue un invento.

Si bien estos tres casos son paradigmáticos, dichos planes se han desarrollado en muchos países más a lo largo de los años.

Al día de hoy podemos ver en vivo y en directo la campaña de demonización hacia el gobierno de Nicolás Maduro, presidente del país que cuenta con las mayores reservas de petróleo del mundo. Se ha inundado las redes sociales de noticias falsas, denuncias de violación de derechos humanos, y pedidos de intervención “humanitaria”. El manual es el mismo, los actores que lo impulsan también, y los objetivos que se proponen también.

La batalla en la opinión pública es crucial para detener los avances imperialistas de Estados Unidos sobre los intereses de los pueblos del mundo. Es una batalla difícil, pero tenemos de nuestro lado los ejemplos que la historia nos ha dado, y la existencia en Venezuela de un pueblo digno dispuesto a luchar por su autodeterminación.  

“Quien pretenda llevar adelante un proyecto de transformación, inevitablemente chocará con el imperio norteamericano”. Hugo Chávez

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