Nicolás Centurión
El domingo 13 de agosto se llevaron a cabo en Argentina las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias, conocidas como PASO por sus siglas, donde se definieron los candidatos y candidatas a presidente para las elecciones nacionales a celebrarse en octubre de este año.
El batacazo lo dio Javier Milei, y según datos oficiales tras el escrutinio del 97.4% de las mesas, el líder de ultraderechista La Libertad Avanza obtuvo un apoyo del 30%, casi el doble con respecto a la neoliberal Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio) y nueve puntos por delante del peronista Sergio Massa (Unión por la Patria).
Si vamos a la suma total de cada una de estas tres formaciones políticas, la diferencia se acorta y las urnas arrojaron estos resultados: Juntos por el Cambio, con 28.27%, gracias a que Patricia Bullrich venció a Horacio Rodríguez Larreta con un 18% a 10%. El oficialismo, con triunfo de Sergio Massa (23) por sobre Juan Grabois, cosechó 27,27%. Javier Milei no competía con nadie a la interna.
Los resultados del domingo causaron conmoción en ambos márgenes del Río de la Plata -no sólo en Argentina sino tamién en uruguay- y despertó distintas reacciones. El politólogo y analista uruguayo Daniel Chasquetti dijo: «Milei es una herramienta de protesta de los ciudadanos argentinos que expresaron un voto castigo al sistema político».
Sebastián Da Silva senador del oficialista Partido Nacional: “Cuidado con los “defensores” de la calidad democrática y lo políticamente correcto. La democracia es sabia, saca del cuajo a quien perjudica a su pueblo. Acá, en frente y en cualquier parte del mundo.”
Graciela Bianchi primera senadora del Partido Nacional y : “Felicitamos al pueblo argentino por las elecciones de hoy, máxima expresión de la democracia. La sorpresa del apoyo dado a Javier Milei debe ser estudiado. En principio parece que la gente se aburrió de lo “políticamente correcto”. @camboue. Este arroba es hacia su copartidario senador Da Silva. Estos dos personajes apuestan a polemizar constantemente y llevar al barro discusiones políticas.
Alejandro Sánchez, senador del Frente Amplio por el Movimiento de Participación Popular (MPP): “Uruguay tiene partidos mucho más fuertes que Argentina, pero eso no quiere decir que tengamos una vacuna contra los outsiders”.
El director de Equipos Consultores Ignacio Zuasnábar y el titular del think tank Centro de Estudios para el Desarrollo (CED), Agustín Iturralde, realizaron un balance de la coyuntura argentina y su correlato en el escenario uruguayo.
En un desayuno de trabajo con el apoyo de la Fundación Konrad Adenauer en el Club de Golf montevideano, Zuasnábar dijo: “Yo diría que no es posible que en Uruguay alguien como Javier Milei, con un partido completamente nuevo y con ese tipo de discurso, su nicho de mercado sea del 30%», afirmó de forma tajante, durante su intervención en el evento. “En el país, ese conjunto de la población que dice hay que resistir todo está en el entorno del 10%, entonces ya su impacto potencial en el sistema es bastante menor”, agregó.
Milei ya está acá
Volvamos a la pregunta que da título a este artículo. ¿Un Milei uruguayo? ¿Hay oportunidades? ¿El sistema político uruguayo aceptaría un personaje de estas características? ¿La sociedad uruguaya comulgaría con sus modales, propuestas y tono?
Adelantando la conclusión, es que en este somero Uruguay, calmo, taciturno, de buenos modales, pueblo chico e
infierno grande, Milei ya existe. Quitando el brillo, las luces, la estridencia y esa performática verborrea con grandes montos de soberbia, Milei ya está acá. Milei es un Frankenstein descuartizado que reside en varios personajes y partidos políticos del Uruguay.
Con respecto a sus exabruptos y declaraciones polémicas podemos asociarlo a Sebastián Da Silva y Graciela Bianchi. Estos dos justamente vitorearon el resultado de su elección. Dos actores políticos que su racional político es no escuchar a nadie.Incluso entre los dos hubo un intercambio a través de la red social twitter por ver quien era más políticamente incorrecto.
El líder de La Libertad Avanza afirmó que hay que eliminar el Mercosur porque “perjudica a los argentinos de bien”…“En el fondo es un comercio administrado por estados para favorecer a empresarios prebendarios”, afirmó el precandidato más votado en las PASO. Nada más parecido que lo que plantea el Presidente Luis Lacalle en cada evento que tenga que ver con dicho organismo.
Consultado sobre sus planes en materia de política internacional, el economista ultraderechista argentino planteó que sus ejes fundamentales “son el libre comercio, la paz y la libertad”, y dijo que, en ese sentido, sus “máximos referentes” son Estados Unidos e Israel. El plan es no promover la relación con comunistas: “Ni con Cuba, ni con Venezuela, ni con Corea del Norte, ni con Nicaragua, ni con China”, aseguró el precandidato. “Nosotros no hacemos pacto con comunistas”, subrayó.
A pesar que Lacalle apuesta por un TLC con China -tratado que día a día se diluye- la política internacional de Uruguay ha sido la de sumirse a los designios de Washington y prerrogativas de Israel. En la asunción de su gobierno el primero de marzo de 2020, no fueron invitados los primeros mandatarios de Cuba, Nicaragua y Venezuela. El eje del mal, como lo llama Estados Unidos y sus sucursales cipayas así replican, han sido blanco de ataque de Luis Lacalle en organismos internacionales, muy bien secundado por el camaleón trasandino Gabriel Boric.
El fragmentado Milei oriental también habita en el partido militar de Cabildo Abierto por su cuestión de mano dura y de afinidad y cercanía con genocidas y torturadores. Reside en el diputado César Vega, un conspiranoico negador del cambio climático y en un Edgardo Novick (hoy por fuera del esquema de la Coalición gobernante), un empresario outsider que quiso emular a Trump, Bolsonaro y esa troupe.
En el pacato Uruguay quizá no quepa un Javier Milei en su máxima expresión. Quizá no colme ni represente la bronca de la juventud, en un país envejecido. Quizá no exista un candidato que lance promesas rimbombantes (venta de órganos, eliminación de varios ministerios, que ataque a la justicia social); pero así y todo, existe fragmentado y repartido como una bomba de racimo.
Al final del día lo que importan son las políticas llevadas a cabo y las ideas por hombres de traje, con sonrisa brillante y buenos modales más que algún personaje mal peinado y gritón. ¿O no?
* Licenciado en Psicología, Universidad de la República, Uruguay. Miembro de la Red Internacional de Cátedras, Instituciones y Personalidades sobre el estudio de la Deuda Pública (RICDP).Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)
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