Un Uruguay lisonjeado por la Red Atlas

 Por Silvia Alvariza | 13/06/2022 | América Latina y Caribe

Fuentes: Rebelión

El gobierno de derechas del pequeño país sudamericano está siendo alabado por sus coincidencias ideológicas con Atlas Network, defensora acérrima de un capitalismo a ultranza.

A pesar de los pesares, muchos pueblos latinoamericanos se siguen inclinando porfiadamente en la búsqueda de gobiernos progresistas en casi toda la región. Permanecen rezagados escasos gobiernos reaccionarios que nadan contra la corriente en el Sur, sin embargo, en Centroamérica son aún más los que persisten.



Entre los porfiados -cada uno a su manera y salvando las distancias- se encuentran México, Argentina, Venezuela, Chile, Bolivia, Perú, Cuba, Honduras, sin olvidar a Brasil, que se uniría a la lista progresista en las próximas elecciones.

En el limbo se ubica actualmente Colombia, a pesar de haber obtenido el candidato progresista más del 40% de los sufragios en primera vuelta electoral, superando ampliamente la variopinta oferta de derechas. Recién después del balotaje del 19 de junio, se sabrá si ese actual territorio en disputa -uno de sus viejos bastiones al que EEUU sigue aferrado con uñas y dientes- podrá empezar a respirar. Cabe acotar que este país acaba de ser designado por Joe Biden como aliado principal de los EEUU fuera de la OTAN. Así de difícil la tiene el candidato de izquierda Gustavo Petro.

De los gobiernos de derecha que restan en América del Sur, Uruguay es el país de menor extensión territorial y población de los tres conservadores -junto a Ecuador y Paraguay- que aún están firmes.

Rendez-vous

* Sin embargo, a pesar de su tamaño y su escasa capacidad militar, Uruguay recibió en marzo de este año, la visita del Mayor General Barry Cornish, comandante de las Fuerzas Aéreas del Comando Sur de los EE UU, a los efectos de “fortalecer aún más la asociación militar” entre los dos países, cooperar en distintos temas militares y recibir donación destinada a la Fuerza Aérea uruguaya del gigante del norte.

Es destacable el interés norteamericano de “desarrollar futuros líderes militares comprometidos con la protección de los derechos humanos”, conforme surge de la web de la Embajada de EEUU en Uruguay. Según manifestó el presidente uruguayo en reciente entrevista con la BBC, próximamente tendrá otro encuentro con funcionarios norteamericanos.

* Desde España, en diciembre de 2021, Uruguay recibió además la visita del ex presidente del Partido Popular (PP) Pablo Casado -antes de caer en desgracia y ser defenestrado por su propio partido- que consideró al presidente uruguayo “una referencia” en la región.

Casado cursó invitación a Uruguay -y otros países vecinos-a sumarse a la OTAN para integrar “una alianza internacional por la libertad”. También buscaba una coordinación entre partidos políticos de pensamiento similar. Casado percibía al gobernante Partido Nacional (PN) uruguayo como un “hermano del PP”, conforme a lo manifestado en la prensa nacional. Según el otrora presidente de los populares, Uruguay lideraba en la región una posición compartida.

* Otra reciente visita de hace pocas semanas, surgida aparentemente del mundo de la cultura, fue la del escritor peruano Mario Vargas Llosa. que considera al Uruguay actual “un caso ejemplar”. El Nobel se lamentó que en la región no hubiera más gobiernos como el uruguayo, por causa de las “malas decisiones” que los pueblos toman en las urnas. Recordó que lo importante en la democracia “es votar bien, elegir el buen camino”. El premiado literato y presidente de la Fundación Internacional para la Libertad (FIL), no entiende por qué América Latina (AL) se ha empeñado en defender al socialismo y no al capitalismo que es tan exitoso.

* En este jugar a las visitas el presidente uruguayo fue recibido hace muy poco por el cuestionado primer ministro Boris Johnson en Reino Unido (RU) (and, of course, por el príncipe Carlos) para estrechar relaciones comerciales llevándolas a otro nivel, recordando la relación excepcionalmente cercana entre ambos países que viene de mucho tiempo atrás.

Es muy gráfico el nombre de una conferencia que brindó el uruguayo en la organización Canning House (aquella “donde RU se encuentra con América Latina e Iberia”): “Una puerta de entrada confiable a Sudamérica”.

Detrás del velo

Todo este despliegue diplomático rechina demasiado.

* A la luz de la realidad y de la historia, cuesta creer que el Comando Sur de los EEUU tenga interés en fortalecer una asociación militar inexistente ni cooperar en temas militares con Uruguay: solo la flagrante desproporción descarta ese enunciado. Resulta hilarante hablar del interés norteamericano en desarrollar líderes militares comprometidos con los derechos humanos, cuando fue ese país quien formó militares uruguayos en la Escuela de las Américas, en Panamá, para todo lo contrario. Basta recordar a uno de los tantos agentes de la CIA, el famoso Dan Mitrione, que también visitó el país por el año 1969 con el cometido preciso de enseñar “métodos científicos de tortura” a los uniformados uruguayos, como señaló el periodista estadounidense A.J. Langguth en su momento.

Solo como botón de muestra, cabe evocar el denominado Plan Cóndor. Se produjo cuando EEUU urdió el plan neonazi más feroz de los últimos tiempos contra América Latina, en la segunda mitad del siglo XX. Fue ese país el que pergeñó, financió y apoyó la coordinación represiva en el Cono Sur (Argentina, Chile, Uruguay, Bolivia, Brasil y Paraguay, con la extensión posterior a Perú y Ecuador) para el exterminio de gobiernos, partidos, organizaciones y militantes de izquierda y de sus hijos. Solo a los efectos de mantener incólume su dominio sobre la región. El vuelo del Cóndor implicó fusilamientos, tumbas clandestinas en tierra y mar, desaparición masiva de personas cuyo paradero se desconoce hasta el presente, el objetivo de enloquecer a los presos políticos, torturas “científicas” y violaciones sistemáticas, traslados ilegítimos de prisioneros entre fronteras, apropiación de niños y cambios de identidades, entre otras prácticas que destrozaron el tejido social de Latinoamérica en nombre de la “Seguridad Nacional” (de los intereses del imperio estadounidense).

Tan comprometidas están las autoridades civiles y castrenses uruguayas con los derechos humanos que después de 27 “Marchas del Silencio” de la organización de “Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos”, con convocatoria masiva en el país, todavía la casta militar omite siquiera decir dónde están los desaparecidos y tan campantes. El ignorado reclamo se hizo notar con más fuerza que nunca este 20 de mayo, donde solo en Montevideo la concurrencia a esta marcha anual arañó el diez por ciento de los habitantes de la capital.

* Es natural que el PP sienta una gran sintonía ideológica con el PN porque el ex presidente de la actual corriente ideológica del gobierno uruguayo, denominada Herrerismo, es tributaria de una vieja lealtad y admiración hacia el dictador Francisco Franco (consignado en el libro “Trasfoguero” de Luis A. Lacalle Herrera). Cabe destacar más similitudes, por ejemplo: el PN gobierna en coalición con el partido de ultraderecha Cabildo Abierto (que cuenta con grupos escindidos del PN) cuyo objetivo es defender los intereses de los militares protagonistas de la última dictadura, igual que el PP que no ve impedimento alguno en gobernar con la ultraderecha española (VOX), escisión de los propios populares, que defiende la dictadura franquista.

* Mario Vargas Llosa, y la fundación que preside, forman parte de la Red Atlas (Atlas Network). Es esa federación de fundaciones de origen inglés (¡cuándo no!), hoy sostenida por los EEUU que, junto a personalidades, grandes grupos académicos, de reflexión, de comunicación, promocionan y respaldan la ideología de la élite y los intereses de los más ricos capitalistas. A través de su enorme poder la Red instala en la agenda las “bendiciones” de la llamada economía de mercado, cuanto más liberal mejor. Defienden el estado juez y gendarme y denostan el estado de bienestar, resisten la imposición de impuestos a los millonarios, justifican las privatizaciones de toda clase, demonizan a los sindicatos y a los grupos vulnerables organizados. Se trata de la defensa acérrima del capitalismo en su versión más extrema. (https://brecha.com.uy/red-atlas-en-america-latina-la-internacional-ultracapitalista/)

El discreto encanto de Atlas Network

A través de los medios de comunicación se pretende de un modo velado convencer a las grandes mayorías de que las enormes desigualdades no son un problema, ni son consecuencia de la economía de mercado; que la riqueza debe concentrarse en una élite y al resto de la humanidad hay que tratar de despojarla lo máximo posible para que la acumulación pueda desarrollarse sin obstáculos, aunque esos designios provoquen hambrunas, pandemias, guerras y destrucción del planeta sin hacerse problema.

Algo así como una máxima antiética: hagamos a los demás lo que no queremos que nos hagan a nosotros mismos. Su ideología busca defender la concentración de la riqueza que satisface a los privilegiados capitalistas y que los que no lo son, queden librados a su suerte.

En ese plan, naturalmente muchos se pueden sentir fácilmente identificados con los objetivos de la Red; tanto primeros ministros de viejos imperios venidos a menos, que ordenan apilar cadáveres mientras disfrutan de un party privado empapados en scotch, como gobiernos y corporaciones que manipulando agentes biológicos provocan epidemias y ofrecen después medicamentos y vacunas top para detenerlos o quienes defienden tozudamente las formas de obtención de energía sucia aunque ello conduzca a guerras, bloqueos, al estrés del planeta y la transformación climática global.

Esta elegante federación de fundaciones funciona de manera discreta, como el Club de Bilderberg; aunque en sus foros se destacan personalidades de la talla del Nobel Vargas Llosa siempre presto a dar conferencias e iluminar a sus escuchas afirmando que la democracia es muy buena cuando se vota bien y gana la derecha, pero si eso no ocurre, ya no es tan buena y tendríamos que pensárnoslo mejor.

La Red Atlas ha puesto lo ojos en América Latina y pretende que su influencia crezca en la región. Esto es lo que justifica el juego de las visitas entre cortejos y coqueteos de representantes del norte con aquellos países de gobiernos sumisos de AL. Explica las invitaciones a participar en la OTAN para alejar a Oriente de su zona de influencia y mantenerla bien cautiva por las buenas (o por las malas, si fuera necesario), revela la senda que deben seguir los gobiernos y los gobernados votando bien para mantener abiertas las puertas de entrada confiable a sus intereses económicos y geopolíticos en Sudamérica.

El presidente uruguayo ha participado brindando discursos en varios eventos de la Red y el mayor medio de comunicación de prensa escrita que lo respalda y promociona sin ambages, la integra. Ambos promoviendo y compartiendo la vieja posición de la más nítida derecha.

Enredados en esta telaraña se encuentran el premio Nobel de literatura junto a muchos presidentes, expresidentes e influyentes políticos, tanto de Europa -en España, destaca José María Aznar- como de Latinoamérica, siempre en defensa de su palabra fetiche: la libertad (la de los adinerados, of course).

Frente a la codicia y la ausencia de ética de las élites dominantes de occidente los pueblos de AL siguen empeñados en buscar grietas desesperadas entre la sangre y el ruido sucio de los medios, para salir al encuentro de alternativas que apuesten, aunque sea, a un tímido progresismo.

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